Abel Ortiz Argumedo

[1]​ Este último, también general, sinaloense, había sido enviado a Yucatán por Venustiano Carranza, a la sazón jefe máximo del Ejército Constitucionalista, para recuperar la plaza de las fuerzas argumedistas y conducir el movimiento revolucionario en tal estado de la república mexicana.

Estando en México, se casó con una yucateca lo que al parecer le hizo ir a radicar a la península en donde, en 1914, ofreció sus servicios al recién designado por Venustiano Carranza gobernador preconstitucional, Eleuterio Ávila.

[2]​ Poco después sobrevino el distanciamiento entre el gobernador Eleuterio Ávila y Venustiano Carranza, entre otras razones por la rebelión del Batallón Cepeda Peraza, cuyo jefe, el Coronel Patricio Mendoza, subordinado militar de Eleuterio Ávila, entró en rebeldía al oponerse a la decisión del Primer Jefe de entregar los efectivos de tal batallón, integrado por indígenas Yaquis, al general Álvaro Obregón.

Desde Veracruz, el Primer Jefe Constitucionalista rechazó las explicaciones, reprobó las acciones del coronel hidalguense y ordenó al general Arturo Garcilazo, jefe militar en el vecino estado de Quintana Roo, que se apersonara en Mérida para deponer a Ortiz Argumedo.

Intervino Garcilazo en su favor ante el enojo de Carranza que lo cesó ipso facto.

En la población costera de El Cuyo se embarcó hacia La Habana en una goleta contratada para tal efecto junto con sus principales colaboradores.