Los automóviles del grupo B, eran muy potentes, ligeros e introdujeron importantes novedades técnicas a la competición, como la tracción integral y los motores turboalimentados que permitieron elevar la potencia a nuevos límites.La primera estaba compuesta por automóviles de serie con apenas modificaciones, similar al anterior Grupo 1.[3] Esta reglamentación permitía a las marcas construir vehículos exclusivamente para competición con la condición de fabricar solo 200 unidades para el mercado y además las nuevas piezas o evoluciones de los mismos, podrían homologarse con solo fabricar 20 coches más.[7] La introducción de motores turboalimentados y otros adelantos tecnológicos permitieron ganar potencia extra nunca antes conseguida en la competición.El coche francés se mostraba similar al Audi Quattro, por su motor turbo y la tracción y al Lancia 037 por su ligereza pero se mostraba muy equilibrado, más que ningún otro coche del mundial.También se mejoraron otros elementos mecánicos como la carrocería, los frenos, la inyección de agua que refrigera el motor y sobre todo se mejoró la electrónica, que ayudaba a dar más caballos de potencia.[9] Para seguir la estela de Peugeot, Audi mejoró el Quattro desarrollando varias evoluciones.Además la marca italiana le añadió un turbo al compresor para ganar caballos.Otras marcas también trabajaron en construir sus propios modelos del grupo B con tracción trasera, aunque pronto abandonaron al ver la ineficacia de este sistema frente a los nuevos modelos que competían en el mundial.[23] El 1 de enero de 1982 la normativa para el grupo B entró en vigor, sin embargo, debido a la rápida introducción ninguna marca había tenido tiempo de desarrollar ningún vehículo bajo esta nueva normativa por lo que ese año los equipos oficiales todavía competían con los viejos grupo 4, ya que la FIA dejó que ambas reglamentaciones convivieron juntas.[8] Lo que si demostró el 037 fue, que el límite para un coche de carretera en un solo eje estaba en los 300 cv, por encima de eso la conducción resultaba imposible y los neumáticos se degradaban demasiado rápido.Por encima de los 300 cv se hacía necesario echar mano de las cuatro ruedas motrices y para gestionar tanta potencia, algo más, que no llegaría hasta la introducción del Peugeot 205 Turbo 16 en 1984.[26] El Audi Quattro, que ya había conseguido entre 1981 y 1982, como grupo 4, diez victorias, obtuvo la primera victoria como grupo B (Quattro A1), en el Rally de Suecia pilotado por Hannu Mikkola.El Quattro se mostró superior en superficies más complicadas (nieve, tierra o barro) frente a su rival más directo, el Lancia 037 que por su parte lograría cinco victorias, tres de ellas sobre asfalto: Montecarlo, Córcega, Acrópolis, Nueva Zelanda y San Remo.[29] Lancia solo pudo conseguir una victoria en Córcega y el subcampeonato de marcas.En el Acrópolis se vivió la misma historia y Vatanen volvió a salirse cuando dominada la carrera.El 205 logró cuatro victorias más y de manera consecutiva con Salonen: Acrópolis, Nueva Zelanda, Argentina y Finlandia dejando prácticamente sentenciado el campeonato a falta de tres pruebas.[15] Por su parte el 037 solo consiguió tres podios: Portugal, Finlandia y San Remo.En la última prueba de la temporada, en Gran Bretaña, Lancia sustituyó su 037 por el Delta S4, el cual tenía tanto un turbocompresor como un sobrealimentador para incrementar la potencia y que debutó con victoria con Henri Toivonen al volante.Aunque este dispositivo había sido retirado debido a la prohibición de la FISA, los soportes no, motivo por el cual fueron excluidos.[7] Tras la prohibición de los del grupo B, las marcas encontraron diferentes alternativas para sus modelos que parecían destinados a los museos.[2] Otras marcas también reciclaron sus vehículos y los vendieron a pilotos privados que los utilizaron en campeonatos menos restrictivos, donde todavía era posible inscribirlos.[41] En rallyes regionales algunos grupo B más antiguos, como el Lancia 037 o el Renault 5 Turbo continuaron compitiendo ya que la prohibición de la FIA solo abarcaba a los modelos de tracción a las cuatro ruedas.En ellos muchos Ford RS200, Metro 6R4 o 205 T 16 se vieron las caras en los circuitos de asfalto y tierra.En los Estados Unidos donde se celebra la mítica carrera de montaña, la Pikes Peak International Hill Climb, varios grupo B compitieron logrando la victoria.El piloto finés Juha Kankkunen posee un museo privado que atesora varios vehículos como un Peugeot 205 T16, un Audi Quattro S1, un Lancia Delta S4, entre otros.[52] En 1985 la FIA se encontraba redactando el que hubiese sido posiblemente el sustituto del grupo B, el denominado grupo S. Esta categoría estaba basado en la del grupo B, pero permitiría a las marcas homologar sus modelos solo construyendo 10 unidades, manteniendo las mismas características técnicas que los B, pero con la salvedad de que la potencia estaría limitada en 300 caballos, con soluciones que afectarían a la admisión del aire y la presión del turbo.[65][66] Lancia diseñó cuatro versiones del Delta S4 para competir: la de Martini Racing, pilotado por Alen, Biasion y Toivonen, la de Jolly Club, pilotada por Dario Cerrato, una tercera que participó en el Olympus Rally en 1986 con Paolo Alessandrini y la de la Escudería Grifone, pilotada por Tabaton, esta última siendo la más laureada, puesto que logró siete victorias en el certamen europeo.[71] En Bélgica, el Porsche 911 SC ganó tres títulos consecutivos: Marc Duez (1982), Patrick Snijers (1983, 1984).Los pilotos que vencieron con estos fueron Antonio Tognana, Miki Biasion, Adartico Vudafieri, Fabrizio Tabaton y Dario Cerrato.
Aspecto de un Lancia 037. Se puede apreciar la carrocería montada sobre un chasis tubular y motor central.
Versión de calle de un Lancia Delta S4. Las marcas debían comercializar 200 unidades para poder homologarlos como grupo B.
Detalle del Peugeot 205 T16. Se aprecia el motor central el alerón trasero y la toma de aire lateral.