Tal decisión significó que el título que había logrado inicialmente Markku Alén (Lancia) tras el término del campeonato, fue a parar a manos de su compatriota y rival Juha Kankkunen (Peugeot).
A falta de solo tres rallyes para terminar la temporada, el líder del campeonato era el finés Juha Kankkunen que sacaba una ventaja de veinte puntos sobre su compatriota Markku Alén al que solo le valía ganar en San Remo.
En la primera etapa Zanussi y Saby dominaron la prueba, mientras que Alén se retrasaba.
Aunque este dispositivo había sido retirado, debido a la prohibición de la FISA, los soportes no, motivo por el cual fueron excluidos.
Peugeot apeló la decisión, puesto que Kankkunen veía comprometido el título y dejaba a Zanussi sin el campeonato de Italia.