Karlheinz Stockhausen

Fue educado en la Hochschule für Musik Köln para después acudir a la Universidad de Colonia.

Luego estudiaría con Olivier Messiaen en París y Werner Meyer-Eppler en la Universidad de Bonn.

Ella tocaba el piano y cantaba, pero después de quedar embarazada tres veces consecutivas, sufrió una crisis nerviosa y fue internada en un hospital psiquiátrico en diciembre de 1932.

Como muchos, él vivió una tragedia familiar al desencadenarse la II Guerra Mundial cuando solo tenía 11 años.

En parte debido a una mala relación con su madrastra, en enero de 1942, Karlheinz ingresó en un internado de Xanten donde continuó aprendiendo piano y también estudió oboe y violín e hizo trabajos en una granja.

En el otoño de 1944, fue alistado para servir como camillero trasladando heridos en Bedburg.

Completó sus estudios de armonía y contrapunto con el compositor Hermann Schroeder.

Allí conoció al compositor belga Karel Goeyvaerts, que había estudiado análisis musical con Olivier Messiaen y composición con Darius Milhaud en París, y que influyó en la decisión de Stockhausen de realizar esos mismos estudios.

[6]​ Calificó muchas de esas tempranas composiciones como «música puntual», aunque algún crítico concluye después de analizar en profundidad esas partituras que Stockhausen «nunca compuso puntualmente».

[9]​ De lo que no hay duda es que algunas obras de esos años muestran a Stockhausen formulando sus primeras contribuciones, rompedoras y revolucionarias, a la teoría y práctica de la composición, como la «composición grupal», una técnica usada en sus composiciones desde 1952 y durante toda su obra.

La experiencia ganada con los Estudios le convencieron de que era una simplificación inaceptable tratar los timbres como entidades estables.

[13]​ Posteriormente Stockhausen escribió, describiendo ese periodo en su trabajo de composición: «La primera revolución musical que ocurrió desde 1952/53, denominada música concreta, música electrónica con cinta magnetofónica, y música espacial, requería componer con transformadores, generadores, moduladores, magnetófonos, etc, integrar todas las posibilidades sonoras concretas y abstractas (sintéticas) incluyendo todos los ruidos, y lograr la proyección controlada del sonido en el espacio».

Dos años después comienza una cantata expandible titulada Momente, para soprano solista, cuatro grupos de coro y trece instrumentistas (1962-64/69).

También compuso dos obras electrónicas para cinta, Telemusik (1966) e Hymnen (1966-67), de la que hay también una versión con solistas y la 3.ª de estas cuatro «regiones» en una versión con orquesta.

Seis vocalistas se sientan alrededor de una esfera luminosa y durante una hora y cuarto mantienen una misma nota en la que, con un complejo sistema de variaciones, alternan por turnos siglas mágicas y fragmentos poéticos, determinando una lenta, casi imperceptible, mutación de color vocálico y un progresivo desplazamiento del centro tonal del acorde formado por las notas fijas[19]​ A partir de Mantra (1970), Stockhausen experimentó con la composición matemática, una técnica que recurre a la proyección y multiplicación de una melodía simple, doble o triple mediante una fórmula matemática lineal (Kohl 1983; Kohl 1990; Kohl 2004).

En todo su trabajo, como en Mantra, por más increíble que parezca, hay un intento de preparar a una humanidad para esta transformación (psicológica o espiritual).

Continúa usando esta técnica para completar su ciclo de ópera Licht en 2003.

[22]​ Junto a ello, el trato que da a las voces y a los textos algunas veces se aleja del uso tradicional: los personajes son esquematizados para ser representados por instrumentos, bailarines o cantantes, y en algunas partes de Licht (como por ejemplo, Luzifers Traum del Samstag, las "escenas reales" durante Freitag o Welt-Parlament y Michaelion del Mittwoch) usó textos escritos o improvisados en lenguajes simulados o inventados.

Stockhausen tuvo su época dorada en la década de los años 1970, pero posteriormente siguió produciendo obras significativas como Stimmung (1968), en la que seis voces exploran durante setenta minutos las diversas posibilidades de un solo acorde.

También diseñó e imprimió sus partituras musicales, que a menudo incorporan notación no convencional.

En una conversación de 1957 Stravinsky dijo: Músicos de jazz como Miles Davis,[27]​ Cecil Taylor, Charles Mingus, Herbie Hancock, Yusef Lateef,[28]​[29]​ y Anthony Braxton[30]​ citan a Stockhausen como una influencia.

Rick Wright y Roger Waters de Pink Floyd también lo reconocen a él como una influencia (Macon 1997, 141; Bayles 1996, 222).

Paul McCartney decidió incluirlo entre los personajes que aparecen en la portada del álbum Sgt.

Pepper's Lonely Hearts Club Band, como menciona Hunter Davies en la biografía autorizada de The Beatles.

[35]​ Probablemente la frase más cáustica sobre Stockhausen es la atribuida a sir Thomas Beecham.

A la pregunta: «¿Ha oído algo de Stockhausen?», respondió diciendo: «No, pero creo que alguna vez lo he pisado».

Sus investigaciones, inicialmente guiadas por Meyer-Eppler, tienen una coherencia mayor que cualquier otro compositor contemporáneo o posterior».

[38]​ Maconie comparó a Stockhausen con Beethoven: «Si un genio es alguien cuyas ideas resisten todos los intentos de explicación, entonces por definición Stockhausen es lo más cercano a Beethoven que este siglo ha producido.

(Maconie 1988), y «Como dijo Stravinsky, uno nunca piensa en Beethoven como un excepcional compositor porque la calidad de su inventiva transciende la mera competencia profesional.

[cita requerida] Algunos de los numerosos premios y distinciones otorgadas a Stockhausen son: