El término procede de las ondas estacionarias que se generan en los instrumentos musicales, que corresponden a resonancias discretas y cuyas frecuencias son múltiplos enteros de la del tono más bajo posible, llamado fundamental.Los desarrollos de Fourier también lo cumplen y, en este contexto, también se llama armónicas a las funciones sinusoidales.Y a la vibración fundamental de cada tono musical también se le llama primer armónico porque generalmente se acompaña de otras vibraciones menores divididas en 2, 3, 4, 5 o más partes iguales.La amplitud de los armónicos más altos es mucho menor que la amplitud de la onda fundamental y tiende a cero; por este motivo los armónicos por encima del quinto o sexto generalmente son inaudibles.Por ejemplo, si dos instrumentos diferentes ejecutaran la nota do3 (la tecla blanca central de un piano, aunque musicalmente hablando sería do cinco), la onda fundamental de ambos poseería la misma frecuencia (en este ejemplo 264 hercios o ciclos por segundo).Cada armónico de esta serie tiene una amplitud (volumen o fuerza del sonido) diferente.Los armónicos cuyas frecuencias no son múltiplos enteros se denominan «parciales».Las campanas se encuentran entre los instrumentos que poseen más parciales perceptibles.