Olivier Messiaen

En 1940, en la batalla de Francia, Messiaen fue hecho prisionero de guerra, y mientras estaba encarcelado compuso su Quatuor pour la fin du temps (Cuarteto para el fin del tiempo) para los cuatro instrumentos disponibles allí: piano, violín, violonchelo y clarinete.Entre sus distinguidos alumnos están Pierre Boulez, Yvonne Loriod (quien después sería la segunda esposa de Messiaen, y la intérprete por excelencia de sus obras escritas para piano o con piano solista), Karlheinz Stockhausen, Iannis Xenakis, Ida Gotkovsky, William Bolcom y George Benjamin.Durante un período muy corto, Messiaen experimentó con el serialismo integral, en cuyo campo es citado a menudo como un innovador.Su estilo absorbió muchas influencias musicales exóticas tales como gamelan de Indonesia (la percusión afinada tiene a menudo un prominente papel en sus obras orquestales), y también usó las ondas Martenot.Allí Messiaen comenzó a asistir al colegio, siendo el mejor alumno de su clase.Messiaen, más adelante, dijo que esos poemas le influyeron profundamente, y los citó como proféticos de su futura carrera artística.Messiaen sentirá como su patria los Alpes, en especial La Meije (Dauphiné), donde con los años construyó una casa en la que compuso la mayoría de sus composiciones.Dupré recordará que Messiaen, que nunca había visto antes un teclado de órgano, permaneció quieto durante una hora mientras él explicaba y probaba el instrumento; cuando volvió una semana más tarde, se puso a tocar la Fantasia in C minor de J.S.El nombramiento se confirmó en 1931, cuando tenía solo 22 años,[11]​ y Messiaen será organista en la Sainte-Trinité durante más de sesenta años, escribiendo grandes obras para el instrumento-rey, y siendo, probablemente, quién más contribuciones ha hecho a su repertorio desde J.S.Durante esos años compuso sus primeras obras importantes, de una fuerte inspiración religiosa: Le Banquet Céleste, para órgano (1926-28); las Offrandes oubliées (1930); L’Ascension 1932-33); La Nativité du Seigneur (1935).Durante este periodo Messiaen compuso varios ciclos para órgano que serían tocados por él mismo.También escribió los largos ciclos La Nativité du Seigneur y Les corps glorieux ('Los cuerpos gloriosos').«Ce fut une époque d'exploration, de libération», ha escrito uno de sus alumnos, Pierre Boulez, «Ce fut aussi l'amitié et la solidarité d'un petit groupe réuni autour d'un maître sur lequel l'opinión générale butait, chancelait ou renâclait».3 Tendrá destacados estudiantes en el Conservatorio, muchos futuros grandes compositores.[21]​ En 1943, Messiaen escribió Visions de l’Amen, una obra para dos pianos que sería interpretada por Loriod y él mismo.No es una sinfonía convencional, sino una extensa meditación sobre la alegría del amor humano y la unión.Aunque Messiaen había estado siempre fascinado por el canto de los pájaros, y los pájaros ya habían aparecido en varias de sus primeras obras (por ejemplo, en La Nativité, Quatuor y Vingt regards), esta pieza para flauta está basada enteramente en el canto del mirlo.Messiaen llevó su desarrollo a un nuevo nivel en 1953, con su obra orquestal Réveil des oiseaux; la obra se compone casi enteramente de cantos de pájaros, tomando como material los pájaros que uno puede oír entre la medianoche y el mediodía en las montañas del Jura.En 1962 sus viajes le llevaron a Japón, donde la música de Gagaku y el teatro Noh le inspiraron y compuso la orquestal "Japanese sketches", Sept haïkaï, que tiene imitaciones estilísticas de los instrumentos tradicionales japoneses.Inicialmente reacio a abordar un proyecto de tal envergadura, fue finalmente persuadido en 1975, aceptando el encargo y comenzando a trabajar en la que será la obra más ambiciosa de su vida, su Saint-François d’Assise, que le ocuparía los siguientes ocho años.Fue finalizada cuando Messiaen murió, completando Yvonne Loriod la orquestación del movimiento final con el asesoramiento de George Benjamin.También le influyó la brillantez orquestal de Heitor Villa-Lobos, que vivió en París en los años 20 y dio aclamados conciertos allí.Entre los compositores para teclado Messiaen destacaba a Jean-Philippe Rameau, Domenico Scarlatti, Frédéric Chopin, Debussy e Isaac Albéniz.Messiaen pensaba que términos como «tonal», «modal» o «serial» son comodidades analíticas engañosas.[43]​ Para Messiaen Monteverdi, Mozart, Chopin, Wagner, Músorgski y Stravinski, todos ellos escribieron música fuertemente coloreada.Desde sus trabajos más tempranos, Messiaen utilizaba a menudo ritmos no retrogradables (palindrómicos o capicúas) (Ver Ejemplo 2).En la práctica, por supuesto, Messiaen solo presenta una porción de tal proceso, como si permitiese al oyente informado una ojeada a la eternidad.Messiaen extrajo esos modos de la armonía que había utilizado en sus improvisaciones y obras tempranas.Messiaen consideró que su contribución rítmica a la música sería su marca distintiva con respecto al resto de compositores modernos.Un ejemplo es el canto de la oropéndola en Le loriot del Catalogue d'oiseaux para piano solo.La vida del compositor fue novelada por Mario Cuenca Sandoval en su obra El don de la fiebre (Seix Barral, 2018).
La familia Messiaen, hacia 1910 (del libro The Life of Messiaen , de Christopher Dingle, p. 3.)
Cecile con Olivier y Alain (1913) ('The Life of Messiaen , p. 5.)
La clase de Dukas. De izquierda a derecha, cerca del piano: Pierre Maillard-Verger, Elsa Barraine, Yvonne Desportes, Tony Aubin, Pierre Revel, Georges Favre, Paul Dukas, René Duclos, Georges Hugon, Maurice Duruflé. A derecha, sentados: Claude Arrieu y Olivier Messiaen.
Iglesia de la Santísma Trinidad (París)