San Francisco de Asís (ópera)

Trata sobre san Francisco de Asís, el rol principal que da nombre a la obra, y denota la devoción católica del compositor.

[3]​ Buscando una temática, Messiaen analizó dramatizar algo relacionado con la Pasión de Cristo o su Resurrección.

Inicialmente, Messiaen se sentó a trabajar e hizo rápidos progresos, convirtiéndose en el único objeto de su atención musical.

Sin embargo, su médico le recomendó hacer caminatas diarias para aumentar su bienestar, y comenzó a participar en las misas vespertinas en la Basílica del Sacré Cœur.

También ignoró la documentación intercambiada entre Francisco y su padre, Pedro, evitando así temas edípicos.

El compositor defendió su elección en una entrevista con Claude Samuel: «Algunas personas me han dicho: “¡En su trabajo no hay ningún pecado!”.

[4]​ La ópera tiene ocho escenas, divididas en tres actos, que delinean el desarrollo espiritual de Francisco.

Las representaciones, aunque dentro de la temporada del Teatro Real, tuvieron lugar en el recinto deportivo Madrid Arena.

Golpea la puerta del monasterio haciendo un enorme sonido, que simboliza la irrupción de la gracia.

El Hermano Elías se niega a responder y empuja al ángel afuera.

El ángel golpea la puerta una vez más y hace la misma pregunta al Hermano Bernardo, quien responde con mucha sabiduría.

En Asís, en Carceri, un árbol de roble verde grande en primavera con muchos pájaros que cantan.

San Francisco, seguido por Hermano Masseo, predica un sermón a los pájaros y los bendice solemnemente.

En La Verna, en la noche, en una cueva debajo de una roca sobresaliente, san Francisco está solo.

La abundante experiencia de Messiaen como compositor orquestal se manifiesta en Saint François d’Assise.

Diversos leitmotiv existen en la partitura orquestal, la mayoría de los cuales conectan con uno o más personajes.

"Tengo miedo en el camino, cuando, pronta al morir, la flor de la gardenia no perfuma más.

Está estructurado como un clúster tonal en la sección de trombón, creando un sonido siniestro, áspero.

El motivo es absolutamente evidente en la segunda escena, en donde Francisco pide a Dios que le permita encontrar a un leproso: "Hazme encontrar un leproso" Los clústers quiebran su línea de texto: "Fais-moi"—clúster—"rencontrer"—clúster—"un lépreux."

Él vio estos golpes como una entrada de la gracia, una fuerza que uno no debe resistir.

Messiaen se consideraba a sí mismo ornitólogo, y su amor por las aves es evidente en la ópera.

Al igual que el vasto uso de diversos instrumentos de percusión, se utilizan también cinco teclados: un xilófono, una xylorimba, una marimba, un glockenspiel y un vibráfono, como también tres ondas martenot, las cuales el compositor describió en una entrevista con Claude Samuel como algo «muy raro en una ópera».

Por ejemplo, luego de la conversación de Francisco con León sobre la "perfecta alegría", el coro canta el texto "Quien quiera seguir mis pasos, que renuncie a sí mismo, tome su Cruz y me siga."

La escritura coral de Messiaen, especialmente los cantos violentos, mudos durante Los estigmas, sugiere una presencia mística, del otro mundo.

Messiaen viajó a Italia no meramente para investigar el canto de las aves.