[7] Entre las demás acepciones, cuatro hacían referencia a «Quilpué» como ‹lugar de pedernales›, aunque con ligeras variaciones.
[3] El valle en el que se asientan las actuales comunas de Quilpué y Villa Alemana fue poblado por los picunches, también llamados mapuches del norte, a quienes los kichwas (quechuas) del Tawantinsuyu sometieron durante medio siglo, a partir de 1435.
[10] Los picunches eran un colectivo recordado por las piedras horadadas que dejaban en sus ceremonias, llamadas piedras tacitas; no residían en poblados establecidos y, mayoritariamente, se dedicaban a la ganadería y textilería, por cuanto confeccionaban vestuarios con lanas de llamas, a las que previamente criaban.
[15] Se constituyó ya en el siglo XIX una florenciente población, con las familias Araya-Valencia, los Valencia-Araya, los Valencia-Urrutia y los Valencia-Mena, como familias pioneras en la organización del poblado, ahora constituido también por familias de variados orígenes europeos, que llegaron a la localidad gracias a la cercanía con el puerto de Valparaíso, en el contexto de la primera mundialización, y que se sumaron a las también antiguas descendencias picunches.
[19] El inevitable crecimiento de la ciudad se desarrolló en principio longitudinalmente a las líneas férreas y al camino que unía Valparaíso con Limache, en un sentido este-oeste.
[22] Cabe destacar que por estos años comenzó a darse un realce de los ejes perpendiculares al histórico crecimiento longitudinal,[20] de modo que la urbe proyectó con fuerza su expansión hacia la zona sur, especialmente con un fin residencial.
En menor medida se establecieron barrios residenciales hacia el norte, donde sí hubo una mayor impronta industrial al respecto, en especial con Belloto Norte, cuyas 96 hectáreas fueron compradas por Corfo en 1974 con este fin, tras lo cual, permitió que medio centenar de empresas industriales se hayan instalado en dicha área.
[30] Desde una lectura simplificada, la comuna de Quilpué se organiza a partir de una zona urbana preponderante, ubicada en el extremo noroeste del territorio comunal, y conurbada con el Gran Valparaíso, al poseer continuidad con Villa Alemana por el oriente y con Viña del Mar por la zona poniente.
[4] El Valle de Quilpué y Villa Alemana está constituido por secuencias sedimentarias fluviales: coquinas, conglomerados coquináceos, areniscas y conglomerados estructurados en niveles, que datan del Pleistoceno (PPl1m), diferenciándose por esta razón de la cuenca alta del Marga Marga, que está compuesta principalmente por depósitos aluviales, coluviales y de remoción en masa, correspondientes al intertanto Pleistoceno-Holoceno (Q1).
[4] Al reducirse la influencia del océano, las variaciones térmicas diarias y estacionales se hacen menos homogéneas, en tanto que la humedad relativa disminuye, sobre todo en época estival.
Precisamente este último es un ejemplo claro, al ser evaluado con un endemismo de 57 % en plantas vasculares y con especies de renombre amenazadas, como la guilesia (Gilliesia graminea), la palma chilena (Jubaea chilensis), el lingue (Persea lingue) y el belloto del norte (Beilschmiedia miersii).
[41] También se constatan protestas para lograr una mayor protección respecto a los instrumentos de planificación metropolitana, dada su extrema cercanía con la zona urbana, y el inherente riesgo de destinar su superficie para usos antrópicos.
En los reptiles es la lagartija lemniscata (Liolaemus lemniscatus) la más reconocida, con un 73,0 % de los encuentros con este clado, y en un 57,1 % la rana grande chilena (Calyptocephalella gayi) hace lo propio desde los anfibios.
[55] La Ilustre Municipalidad de Quilpué es dirigida por la alcaldesa Carolina Corti Badía (RN) para el período 2024-2028.
En tanto, el Concejo Municipal, cuya función es fiscalizadora, normativa y resolutiva, está conformado por:[56] A nivel parlamentario, la comuna pertenece al Distrito Electoral n.º 6 y a la VI Circunscripción Senatorial (Región de Valparaíso).
[57] A su vez es representada en el Senado de Chile por los senadores Francisco Chahuán (RN), Kenneth Pugh (RN), Ricardo Lagos Weber (PPD), Isabel Allende (PS) y Juan Ignacio Latorre (RD).
El otro emblema local, correspondiente al himno de la ciudad, fue escrito por Rafael Riveros Quiroz, y compuesto junto a Hernán Molina Valderas.
Por su parte, las actividades primarias absorbieron solo un 3,4 % de la fuerza laboral, fundamentalmente en ganadería y agricultura, en tanto que el turismo, representado por la categoría hoteles y restaurantes, implicó apenas a un 1,7 % del universo de trabajadores.
[6] No obstante, tanto la industria manufacturera como el comercio dominaban el panorama económico local respecto a transacciones totales calculadas a precio monetario, al abarcar un 27,2 % y un 27,0 % de la torta de transacciones comunales, siendo, por ende, las actividades económicas que más aportaban al ingreso neto comunal.
[66][67] Esto, junto al mayor acceso a la educación superior, hace que los años esperados de escolaridad en Chile sean, según el PNUD, de 15,2 años para 2014,[65] lo cual aplica también para Quilpué.
Fue aquí donde Joaquín Edwards Bello pasó su niñez y adolescencia, para más tarde ser distinguido con el Premio Nacional de Literatura en 1943, o Daniel de la Vega, nacido en la ciudad, y quien recibió aquel mismo laurel diez años más tarde, en 1953.
[3] En pintura, los parajes quilpueínos han sido retratados por destacados pintores, entre ellos Raymond Monvoisin, Pedro Lira o Alfredo Helsby.
[3] Ya en el epílogo del siglo surgieron algunos pintores locales que consolidaron carreras más allá de los límites de la ciudad y la región, como son Giancarlo Bertini, Pablo Chiuminatto Muñoz y Aurora Bravo Fernández.
[3] Respecto al talento musical, sobresalió a lo largo de la historia el caso de María Ester Aldunate del Campo, cantante que alcanzó notable fama en el Tercer Reich Alemán,[72] y el grupo Congreso, que desde 1969 se posicionó como un representante y emblema del estilo fusión latinoamericana.
[80][81][82][83] El patrimonio inmueble de la comuna está constituido mayoritariamente por piezas arquitectónicas del siglo XX.
[88] El ferrocarril conformó parte esencial del desarrollo comunal, al propiciar el crecimiento demográfico.
[26] No obstante, el debilitamiento de la red ferroviaria en la segunda mitad del siglo XX llevó al confinamiento del servicio hasta Valparaíso por el poniente, y hasta Limache, por el oriente, tramo que serviría más tarde, en 1999, para la puesta en marcha de la modernización de la infraestructura, y posterior apertura del Tren Limache-Puerto.
La bifurcación que sufre a mitad de su tránsito por Quilpué se llama Avenida Freire.
[102] Especialmente empleada por vehículos particulares, aunque en creciente medida por el transporte público,[101] se constituyó en otro eje estructurante del flujo de la ciudad.
Hacia la zona sur también se proyecta el Camino Marga Marga, antiguamente denominado Camino Real a Santiago,[98] que dentro de la zona urbana conecta a la Avenida Los Carrera con la Autopista Troncal Sur.