Lo que Pierre Bourdieu llama violencia simbólica, es de gran importancia en su análisis sociológico.
Esta teoría trata de demostrar que los agentes sociales desarrollan estrategias, sobre la base de disposiciones adquiridas por la socialización, el bien y el inconsciente, se adaptan a las necesidades del mundo social.
Admitido en la Escuela Normal Superior de la calle Ulm, 1951, fue llamado por sus compañeros por su segundo nombre, Félix, poco a poco recuperó a sus antiguos compañeros de la preparatoria como Jacques Derrida y Louis Marin.
Sin embargo, encontraron en su poder un número censurado de L'Express sobre la cuestión argelina, por lo que perdió su puesto por razones disciplinarias.
Sus primeras investigaciones le llevaron a las regiones de la Cabilia y Collo, bastiones nacionalistas donde la guerra había sido dolorosa.
Después de su regreso a Francia, aprovechó las vacaciones escolares para recoger nuevos datos sobre Argelia, urbana y rural en el momento.
En 1962, se casó con Marie-Claire Brizard, con quien tuvo tres hijos: Jerónimo, Emmanuel y Lauren.
En paralelo a su carrera académica, encabezó una importante empresa editorial, lo que le permitió extender sus ideas.
La colección reveló a los lectores franceses los principales sociólogos norteamericanos (las traducciones de Erving Goffman).
La obra en la que presenta de forma más sistemática su teoría es El sentido práctico (publicada en castellano por la editorial Taurus).
*Sobre su teoría del campo literario, véase el apartado correspondiente en Sociocrítica La teoría de Bourdieu está constituida por un conjunto de conceptos relacionados entre sí y que solo se entienden en relación con otros.
El mundo social en las sociedades modernas, para Bourdieu, aparece dividido en lo que llama campos.
Una competencia dinámica proviene de las luchas sostenidas por los agentes sociales a ocupar las posiciones dominantes.
Cuanto mayor capital acumular, mejor será la posición del agente en el campo.
Un campo se diferencia de otro porque tiene ciertas características y porque su carácter dinámico sufre transformaciones a lo largo del tiempo.
Es necesario considerar al capital que se está en juego porque distingue un campo de otro.
Bourdieu nos dice que competimos despiadadamente, incluso aunque no conozcamos las reglas ni las fronteras de nuestro juego.
Es la creencia en el juego por parte de las dos posiciones que se disputan un tema en particular.
En cuanto al criterio subjetivo, de por qué la persona acumula, hay dos principios opuestos: interés y desinterés.
En un enfoque que es menos académico que en el resto de su trabajo, Bourdieu desarrolla un análisis del papel de este medio en la esfera social y política, dando lugar a varias publicaciones, incluyendo el libro Sobre la televisión (1996).
[20] Bourdieu sostenía que una objetividad trascendental puede ser posible cuando se cumplen ciertas condiciones históricas necesarias.
El campo científico implica escrutinio intersubjetivo riguroso de teoría y datos.
Esto debería dificultar que aquellos fuera del campo aporten, por ejemplo, influencia política.
[21] Sin embargo, la autonomía del campo científico no se puede dar por sentada.
[21] Bourdieu «fue, para muchos, el principal intelectual de la Francia actual ... un pensador del mismo rango que Foucault, Barthes, Derrida, Deleuze, y Lacan».
[23] Varios de sus trabajos son considerados clásicos, no solo en sociología, sino también en antropología, educación y estudios culturales.
[24] Las Reglas de Arte también ha afectado significativamente a la sociología, la historia, la literatura y la estética.
En 2001, un documental sobre Bourdieu -La sociología es un deporte de combate- «se convirtió en un éxito inesperado en París.
Vio la sociología como un medio para enfrentar la violencia simbólica y exponer aquellas áreas invisibles donde uno podría ser libre.
[27] La Sociologie est un sport de combat (2000), es un documental que narra la vida académica del sociólogo.