Economía del don

[3]​ El comercio de Kula parecía ser un regalo, ya que los trobriandeses viajaban grandes distancias sobre mares peligrosos para dar lo que se consideraban objetos valiosos sin ninguna garantía de retorno.

Una cuestión a discernir es si los obsequios forman un intercambio que pueda caracterizarse como un sistema económico.

El regalo puede ser devuelto al dador original, pero esto no es lo más importante.

Marcel Mauss escribió: "El regalo no devuelto rebaja a aquel que lo acepta",[11]​ como suele ocurrir con los jóvenes que buscan la independencia y deciden no aceptar más dinero de sus padres.

La costumbre de dar regalos puede incentivar la belicosidad en la comunidad y dejar pocas oportunidades para aquellos líderes más pacíficos que en tanto no lideran hacia el pillaje, no tienen bienes que obsequiar.

La economía del don histórica parece conectar la generosidad intragrupal con el abuso intergrupal.

Esto puede matizarse con que todos los sistemas históricos de organización social han tenido casos de abusos, en muchos casos son aislados o no necesariamente son parte inherente al sistema (conceptualmente podría funcionar sin ello), por lo que el abuso no sería una particularidad exclusiva de la economía del regalo.

Existen bastantes obstáculos que se oponen a la implementación de la economía del don tal y como la proponía Piotr Kropotkin para una sociedad anarcocomunista.

Dicho de otra forma, el sistema sólo puede funcionar donde hay trato directo entre los participantes, es decir, en grupos necesariamente pequeños.

Estos puntos de vista no atacan directamente a la economía del don, critican todas las alternativas al libre mercado en general.

[15]​ Esto llevó a la noción existente en muchas sociedades de que el regalo es algo perecedero.

En otras sociedades, el acto de reciprocidad puede consistir en devolver otro regalo al donante original o entregarlo a una tercera persona.

En los cuentos folk, dice Hyde, la persona que trata de quedarse con un regalo suele morir.

Los bancos de sangre existentes en muchos países no dan una recompensa explícita por las donaciones.

De hecho, que alguien cobre por los órganos es considerado sospechoso, incluso puede ser un delito.

La información está bien provista para una economía del don, dado que puede ser copiada y transmitida con coste prácticamente cero.

Los científicos escriben artículos de investigación que se apresuran a publicar en periódicos y conferencias.

[20]​ Dicho de otra manera, la reciprocidad es una cuestión que atañe a toda la comunidad, no un simple quid pro quo.

Aunque no existe un "quid pro quo" al recibir un servicio, los miembros han de ofrecer servicios útiles a los demás, y han de estar disponibles a realizarlos cuando se necesite.

En la mayoría de las familias existen economías del don en miniatura, siendo regalos el tiempo, dinero, comida, alojamiento o servicios que se dan sin negociación ni reciprocidad instantánea.

El término tiene su origen en los misioneros y antropólogos que sobresimplificaron[cita requerida] las sofisticadas transacciones de las así llamadas "culturas primitivas".

Trueque de maíz