La gratuidad todavía se relaciona con la caridad, de manera que quienes vienen a estas tiendas lo hacen sea por necesidad o por convicción anticapitalista.
Estos locales suelen ser apoyados por grupos de personas que desinteresadamente colaboran en la anti-tienda.
Como regla general, las tiendas gratis no piden al cliente traer algo por su cuenta para que pueda llevarse otra cosa, ni tampoco es necesario ser pobre para poder entrar allí.
[1] Hay tiendas gratis que se manejan exclusivamente de forma en línea desde un sitio web, sin una sede física.
También se han creado tiendas de esta índole en países como España y Reino Unido.
[6][7] Pueden ser de carácter permanente, regulares, tanto mensuales como semanales, y otras itinerantes.
La gratiferia se ha podido expandir a una comunidad diversa de países entre los que se encuentran Argentina,[8] Chile,[9] Uruguay,[10] Brasil,[11] Perú, Ecuador, Colombia,[12] Venezuela,[13] México,[14] Estados Unidos, Costa Rica, España,[15] Italia, Francia.