Mitraísmo

Se denomina mitraísmo o misterios de Mitra (en persa: مهرپرستی‎) a una religión mistérica muy difundida en el Imperio romano entre los siglos I y IV d. C. en que se rendía culto a una divinidad llamada Mitra y que tuvo especial implantación entre los soldados romanos.

El mitraísmo gozaba de gran popularidad sobre todo entre los legionarios romanos, pero también incluía a otros funcionarios, comerciantes e incluso esclavos.

[2]​(p xxi)Se ha estimado que habría al menos 680 mitrea en la ciudad de Roma.

De hecho, Mithra es una divinidad indoirania cuyo origen puede remontarse hasta el II milenio a. C.: su nombre es mencionado por primera vez en un tratado entre los hititas y los mitani, escrito hacia el 1400 a. C.[6]​ En la India, figura en los himnos védicos como dios de la luz, asociado a Váruna.

Sin embargo, los estudios actuales del mitraísmo[7]​ tienden a considerar que no puede admitirse una filiación directa entre el Mitra indoiranio y el mitraísmo, al que a veces denominan Mitras o Mithras, usando la forma griega de su nombre para diferenciarle del primero.

Como en todas las religiones mistéricas, los adeptos estaban obligados a mantener en secreto los rituales del culto.

[3]​ El estudio de esta religión se ha basado sobre todo en la iconografía que decoraba los mitreos.

El culto de Mitra se realizaba en templos denominados mitreos (latín mithraeum, pl.

No hay textos sobre el mitraísmo escritos por los propios adeptos, por lo que las únicas fuentes para conocer esta religión son las imágenes sagradas encontradas en los mitreos.

Este viaje de Mitra con el toro sobre sus hombros se denomina transitus.

Esta representación tiene elementos iconográficos fijos: Mitra aparece tocado con un gorro frigio y mira a su víctima con compasión; en muchas representaciones, la cabeza de Mitra al tiempo del sacrificio del toro se gira hacia atrás como si cumpliese la inmolación a disgusto.

Según la hipótesis de Cumont, Ahrimán sería después sustituido por Mitra en el relato mítico y en esta forma habría llegado al Mediterráneo oriental.

El sacrificio del toro por Mitra simbolizaría este cambio, causado, según los creyentes, por la omnipotencia de su dios.

Para los fieles, el sacrificio del toro tenía sin duda un carácter salvífico y la participación en los misterios garantizaba la inmortalidad.

La mayoría de los miembros llegaban únicamente, hasta el cuarto grado (leo) y solo unos escogidos accedían a los rangos superiores.

En cuanto a los varones, parece que no se requería una edad mínima para ser admitido, e incluso fueron iniciados varios niños.

Parece ser que el rito principal de la religión mitraica era un banquete ritual, que pudo tener ciertas similitudes (en su apariencia externa) con la eucaristía del cristianismo, o más bien con una comida al estilo de un agape.

[cita requerida] La estatua de Mitra Tauróctonos desempeñaba sin duda un papel en estos ritos, aunque no está muy claro cuál.

En algunos mitreos, se han descubierto pedestales giratorios, que permitirían mostrar y ocultar alternativamente la imagen a los fieles.

Para los iniciados mayores, se vertía la miel sobre las manos y estos la lamían como señal de comunión.

En la Persia aqueménida la religión oficial era el zoroastrismo, que postula la existencia de un único dios, Ahura Mazda.

Por otro lado, en Pérgamo, en Asia Menor, escultores griegos produjeron los primeros bajorrelieves con la imagen de Mitra Tauróctonos.

La primera referencia en la historiografía grecorromana al culto de Mitra se encuentra en la obra del historiador Plutarco, quien menciona que los piratas de Cilicia celebraban ritos secretos relacionados con Mitra en el año 67 a. C. Es probable que los introductores del mitraísmo en el Imperio romano fueran los legionarios que habían servido a Roma en las fronteras orientales del Imperio.

En Inglaterra, han sido identificados al menos tres, a lo largo del Muro de Adriano, en Housesteads, Carrawburgh y Rudchester.

Sus conceptos dualistas tuvieron un importante papel en el desarrollo del maniqueísmo, religión que resultaría otra dura competidora para los cristianos.

Los estudios arqueológicos e históricos recientes han estado mostrando que durante los tiempos precristianos existían en Egipto, regiones del centro de Asia y el Mediterráneo varias corrientes religiosas con un núcleo de miembros formando sociedades secretas practicando ritos en los cuales se usaban simbologías basadas en las posiciones de las constelaciones, los planetas, el sol y la luna.

Unos enfocados en el sol, otros en algún arreglo de las constelaciones, otros enfocados en planetas, etc. Es también posible que tales sociedades secretas antiguas hayan tenido una raíz común en aquellos que estudiaban y registraban el movimiento de las estrellas.

Ellas proporcionaron muchas de las alegorías que todavía se utilizan en las religiones abiertas y cerradas modernas, e incluso en instituciones no religiosas como la masonería.

Aunque este tema aún no se haya esclarecido del todo, según M. G. Hocquard, sabemos que solamente la iluminación bautismal iniciaba en los misterios cristianos que se mantenían así en reserva, inaccesibles, sin ser por ello del todo secretos.

La hipótesis que Loisy formula es que en sus primeras épocas el cristianismo fue un plan de salvación análogo a los cultos de los misterios paganos, frente a los cuales rivalizó durante mucho tiempo para finalmente lograr vencerlos.

El Mitra de Cabra es la única Tauroctonia mitráica de bulto redondo encontrada en la península ibérica .
Mitra y el toro , fresco de la ciudad de Marino (Italia) .
Mitra matando al toro escultura del Museo Británico , perteneciente a la Tauroctonía.
Estatua de Mitra en los Museos Vaticanos .
El banquete de Mitra en un bajorrelieve que se conserva en el Museo del Louvre .
Moneda con el rostro de Mitrídates VI del Reino del Ponto , también apodado Eupator .