Se conoce como guarnición a las tropas que protegen y están destinadas en un palacio, un castillo, un fuerte, un buque de guerra o una zona o región, por ejemplo.
A todos los efectos, solo desde fecha moderna tiene la voz guarnición la acepción que se le da actualmente pues, en un principio, con este vocablo se daba a entender el conjunto de vituallas, máquinas y pertrechos.
En el Código de las Siete Partidas de Alfonso X se dice siempre guarda y no guarnición de castillos y fortalezas.
Y más adelante, en los siglos XVI y XVII se usaba la palabra presidio para designar la tropa permanente encargada de custodiar los castillos y fortalezas y el término presidiar para expresar lo que se conoce con el nombre de guarnecer.
Los clásicos y escritores militares de aquella época empleaban de esa manera, en todos casos, el sustantivo y el verbo citados.