Modestia

[1]​[2]​ En la iconografía ha sido presentada como una joven vestida de blanco, con la mirada baja y «un ojo entornado», que en algunos casos sostiene un cetro.

[4]​ Tradicionalmente, la norma social recomienda en el individuo modesto evitar la excesiva atención personal, con medida y limitación tanto en acciones como actitudes, lo que hace que en ocasiones la modestia se confunda con la timidez o la simpleza de ánimo.

Ha sido considerada de manera alternativa como virtud antigua asociada a la humildad, pero enfrentada con la autoestima.

[cita requerida] Juan de Mairena, apócrifo de Antonio Machado, recomendaba a sus imaginarios alumnos: «Sed modestos: yo os aconsejo la modestia, o, por mejor decir: yo os aconsejo un orgullo modesto, que es lo español y lo cristiano.

Y añadía: ¿Comprendéis ahora por qué los grandes hombres solemos ser modestos?».

Alegoría de la modestia en la fachada este del Louvre ( cour Carrée ), obra de Louis-Léopold Chambard en 1861.