[2] Dirigió asimismo una expedición punitiva contra Atenas por la ayuda brindada por esta a los griegos de Asia Menor durante la revuelta jónica.En cualquier caso, Cambises partió inmediatamente de Egipto para sofocar la sublevación, pero murió en el camino, posiblemente en un accidente.Esto resulta inverosímil, ya que Ciro le había asignado el gobierno de toda la parte oriental del Imperio.Las posteriores modificaciones genealógicas con las que Darío lo convirtió en fundador dinástico aqueménida sirvieron evidentemente para consolidar sus propias pretensiones reales.Según Heródoto, el sátrapa Aryandes llevaba carros de combate y también acuñaba su propia moneda.Así tenía el emperador por ejemplo la posibilidad, con una oferta real, de reclutar a su propio ejército, personalmente o delegándolo en terceros.Este ejército tenía entre otras tareas la de guardar la seguridad interior, similar a las modernas fuerzas policiales, y en cada gran ciudad había guarniciones.A continuación se creó una red de carreteras que unificó entre sí todas las grandes áreas imperiales.A todos los pueblos del imperio se les concedió el ejercicio de sus propias costumbres y religiones.Pese a todo, algunos se sintieron discriminados, bien porque —como Egipto— estaban insatisfechos con la soberanía persa, bien porque la fragmentación en múltiples satrapías les destruyó la ilusión de que los viejos imperios como el Medo, Lidio y Babilonio perduraban.Únicamente en la contribución fiscal poseían privilegios los persas, para quienes no había sátrapas ni tributos reales.Aquí Ariandes había ampliado considerablemente su poder y, según Heródoto, acuñaba su propia moneda a imitación del dárico.Especialmente valiosa para esta campaña de conquista demostró ser la región Gandhara, reconocidos como la tribu india más valiente y bajo dominio persa desde hacía mucho tiempo.En sus fértiles llanuras había muchas ciudades ricas y del río mismo se obtenía polvo áureo.Al comienzo de su reinado, Egipto se había separado del imperio y costaría muchísimo reconquistarlo.Es de suponer que pese al vasallaje, Darío seguía considerando a los escitas como una amenaza para la frontera septentrional imperial.Así, se envió una gran cantidad de reclutados ad hoc a preparar una campaña sobre el continente europeo.El ejército se asentó sobre la orilla opuesta, la Tracia, y conquistó esta área para protegerse la retaguardia.Si bien es cierto que muchas áreas coloniales griegas mediterráneas orientales se encontraban bajo dominio persa, esta tierra les atraía poquísimo.Y para prevenir futuros disturbios, se envió en el 492 a. C. una expedición de castigo, que sin embargo fracasó.Mientras tanto, los historiadores argumentan sin embargo que los persas solo pretendían castigar la infidelidad ateniense a la alianza, y no avasallar el país.Solo la tumba de Ciro presenta una forma original, sin que se conozcan ejemplos directos para esa construcción.Bajo Darío se reunieron conscientemente diferentes elementos estilísticos, artísticos y arquitectónicos de todo el imperio.Tal como suponen numerosos científicos orientalistas y egiptólogos, la planta del palacio de Persépolis es originaria egipcia (Gerd Gropp).Darío quiso trasladar el centro imperial desde la médica Ecbatana y la mesopotámica Babilonia a la tierra originaria persa; en cuya vecindad directa se encontraba Elam con su antigua capital real Susa, que Darío amplió como su residencia principal, función que mantuvo hasta el final del imperio.Solo han quedado relieves de ladrillo cristalizado, cuya mayoría hoy se encuentra en París.Además, en la terraza se levantaron los edificios administrativos que, sin embargo, hasta ahora han sido poco estudiados arqueológicamente.Obras quizá comenzadas por Ciro fueron terminadas durante el reinado de Darío; además se construyó un nuevo palacio.A lo largo del canal, se han encontrado estelas escritas en jeroglíficos egipcios, persa antiguo, elamita y acádico.Heródoto refiere que Darío se aprestó enseguida a preparar una nueva expedición contra Grecia, que dirigiría personalmente, pero fue interrumpida por una insurrección en Egipto en 486 a. C.[6] Mientras se preparaba para intervenir, le sobrevino una enfermedad y murió en octubre del mismo año.
Guerreros persas con arco y flechas, relieve mural en el palacio de Darío.
En rojo, los reyes de Media. En azul, los aqueménidas de Anshan y en verde, los de Persia. Los reyes aqueménidas de Anshan eran sub-reyes, sometidos a la autoridad de los reyes de Media.