Los enfrentamientos se saldaron con al menos ochenta fallecidos entre el 19 y el 21 de ese mes.
[6] Al día siguiente, los opositores ocuparon las principales instituciones con sede en Kiev, tras la huida del presidente Víktor Yanukóvich en dirección desconocida.
[8] La Rada Suprema destituyó del cargo al huido Yanukóvich por el abandono de sus funciones constitucionales[9] y tomó el control del país votando la vuelta a la Constitución de 2004, acordada el día anterior.
El Tratado Dos más Cuatro (en alemán: Zwei-plus-Vier-Vertrag), también llamado Tratado sobre el acuerdo final con respecto a Alemania (en alemán: Vertrag über die abschließende Regelung in Bezug auf Deutschland), fue un acuerdo firmado en 1990 entre la República Federal de Alemania (RFA), la República Democrática Alemana (RDA) y las cuatro potencias que controlaban las zonas de ocupación aliada en Alemania tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa: Francia, el Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Los hablantes de ruso son más numerosos en la mitad sudoriental del país, mientras que tanto el ruso como el ucraniano son usados por igual en el centro, y el ucraniano es la lengua dominante en el oeste.
Inicialmente se trató de una crisis diplomática internacional que sobrevino en febrero de 2014 tras la destitución del presidente ucraniano Víktor Yanukóvich como resultado de las protestas del Euromaidán —realizadas principalmente en las zonas occidental y central del país para apoyar el acercamiento hacia la Unión Europea— que fueron rechazadas por comunidades rusófonas de la zona suroriental del país, compuestas en su mayoría por ucranianos rusófonos y rusos étnicos opuestos a estudiar el idioma del país en el que vivían.
Como respuesta, diversos grupos prorrusos se manifestaron en contra del nuevo gobierno nacional y proclamaron sus anhelos de estrechar sus vínculos (o inclusive integrarse) con Rusia.
Estas protestas se concentraron en Crimea y algunas óblast en la zona fronteriza entre Rusia y Ucrania donde se produjeron una serie de revueltas militares, incluyendo tanto tropas locales como tropas rusas.
Se trata del mayor conflicto militar convencional en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
[40][39] Además, la guerra ha causado daño ambiental significativo y ha puesto en peligro la disponibilidad de alimentos a nivel mundial.
A fines de 2022, Ucrania retomó territorios mediante contraofensivas en el sur y el este.
Poco después, Rusia anunció la anexión de cuatro provincias parcialmente ocupadas.
[45] En junio de 2023, Ucrania lanzó otra contraofensiva en el sureste que no logró ningún resultado positivo.
Los viajes de un país a otro no necesariamente están registrados oficialmente.
Se les puede permitir permanecer en el país por un período prolongado, como 90 días, sin un permiso especial.
[55] No obstante, varios Estados miembros de la Unión ya habían iniciado acciones individuales con anterioridad.
[65] La respuesta de la Unión Europea a la invasión rusa de Ucrania hace referencia a las diferentes medidas adoptadas e impuestas por la Comisión Europea, el Consejo y el Consejo Europeo (Estados miembros)[68] para sancionar económicamente a Rusia, contrarrestar los efectos de la agresión rusa iniciada en febrero de 2022 y apoyar económica y militarmente a Ucrania.
Adicionalmente, varios gobiernos nacionales de los Estados miembros decidieron enviar armamento y ayuda económica al gobierno ucraniano mediante fondos nacionales y el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, así como facilitar la entrada de refugiados ucranianos a la Unión.
Además, Alemania negó la certificación de gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 —que finalmente perjudicaría a Ucrania—, cuya construcción finalizó en 2021, pero que aún no había entrado en funcionamiento.
El gobierno ruso, por su parte, ha advertido con atacar cualquier convoy que entre con armas en territorio ucranio.
[73] Tras la anexión de Crimea por Rusia en 2014, no han sido pocas las opiniones que predecían un conflicto a gran escala entre ambos países.
Por otro lado, desde sectores contrarios a Occidente, se esperaba que el futuro conflicto tendría origen en provocaciones y expansionismo atlantista que forzarían la respuesta de Rusia.
[78][79] Entre tanto, varias personalidades políticas que anteriormente se habían mostrado afines a Vladímir Putin intentaron distanciarse de este como resultado de la crisis.
[78] En otro sentido, el político británico Nigel Farage, quien aseguró no creer que Rusia invadiría Ucrania, admitió públicamente su error.