Tratado fronterizo germano-polaco

El título completo del tratado es "Tratado entre la República Federal de Alemania y la República de Polonia sobre la confirmación de la frontera entre ambos, 14 de noviembre de 1990" (Vertrag zwischen der Bundesrepublik Deutschland und der Republik Polen über die Bestätigung der zwischen ihnen bestehenden Grenze en alemán, y Traktat między Rzeczpospolitą Polską a Republiką Federalną Niemiec o potwierdimizeniu istniejącej między nimi n granicy en polaco, encontrándose el orden de los países a la inversa en el texto en polaco).

Esto transfirió extensas regiones a Polonia, algunas de las cuales habían estado bajo control alemán durante siglos, reduciendo a Alemania a aproximadamente tres cuartas partes del territorio sobre el que se expandía en 1937.

Alemania Occidental, que se veía a sí misma como la única sucesora legal del Reich alemán y no reconocía a Alemania Oriental, insistió en que el acuerdo final en la frontera polaco-alemana solo podía ser aceptado por una futura Alemania reunificada.

[3]​ Con la reunificación alemana finalmente al alcance de la mano en 1990, los Aliados de la Segunda Guerra Mundial condicionaron la plena soberanía de Alemania al reconocimiento definitivo de la frontera Oder-Neisse, tal como se estipula en el artículo 1.2 del Tratado sobre el acuerdo final con respecto a Alemania.

[5]​ En 2006, la ministra de Asuntos Exteriores polaca Anna Fotyga, en respuesta a las reclamaciones de indemnización presentadas por la corporación denominada "Preußische Treuhand" (Fideicomiso Prusiano) en representación de alemanes expulsados de la actual Polonia y sus descendientes, declaró que el tratado era insuficiente y que podría tener que ser renegociado.

La línea Oder-Neisse representada sobre el mapa político de Alemania y de Polonia, marcando las fronteras actuales entre ambos países