Iglesia de Santo Tomás (Haro)

Su construcción se dilató en el tiempo entre los siglos XVI y XVI, haciendo visibles diferentes estilos según la época en la que se realizaron las diferentes partes.

Así la parte más antigua y valorada es su portada principal, de estilo plateresco, construida por Felipe Bigarny, considerado uno de los más insignes escultores del renacimiento español.

En la plazoleta San Martín se encontraba la antigua iglesia parroquial de la localidad, dedicada a San Martín (situada donde se encuentra el edificio que alberga el Bar Kaya).

Domingo Hergueta indica que era de estilo bizantino, que hasta el siglo XVII se enterraba en esta iglesia, aunque debido a sus pequeñas dimensiones se usaba solo ocasionalmente.

Dicha misa en festivos se trasladaría a la iglesia de Santo Tomás.

[4]​ Finalmente esto fue llevado a cabo en 1822 por decisión de la comunidad eclesiástica y seglar.

[10]​ Parece que en 1549 Pedro de Rasines, hijo de Juan, continuaba con las tareas que había dejado pendientes su padre tras su fallecimiento, trabajando en la construcción del crucero y la sacristía,[9]​ pero el cabildo queriendo concretar la obra la sacó a concurso, otorgándosela a la traza presentada por Pedro.

[12]​ Al fallecer Pedro en 1572 y aun habiendo transcurrido ya los ocho años pactados, la obra tenía todavía mucho trabajo por delante.

[13]​ Su hermano Pedro de Rasines reparó la capilla mayor en 1583 y enlosó la sacristía en 1587.

[13]​ Obra de padre e hijo son los nervios que cruzan los arcos torales del techo.

[13]​ La obra se efectuó con piedra procedente del término de la Magdalena.

[19]​ En una primera fase se recuperó la zona del campanario, su solera, vuelo de cornisas, balaustradas y pináculo.

En el primer tercio del siglo XVI se tenía por costumbre inmemorial que el cabildo eclesiástico de la villa estuviese formado por nueve beneficiados enteros, seis medios y quince servidores patrimoniales.

Los gastos de su construcción fueron pagados con las aportaciones y donativos del pueblo.

Está dividida en tres cuerpos de seis calles y ático.

En los laterales se encuentran los doce apóstoles con vestido telar, excepto Santiago el Mayor que viste de peregrino.

A mediados del siglo XX la portada se encontraba en muy mal estado, habiendo desaparecido tres esculturas de apóstoles y encontrándose otras mutiladas y deterioradas.

La que mira hacia la calle de Santo Tomás pertenece a San Felices y continuando hacia la derecha según se observa aparecen Santo Domingo de la Calzada con gallo y gallina a sus pies, San Emeterio y San Celedonio vestidos de soldados romanos, Santa Oria, Santo Domingo de Silos, San Formerio y San Millán portando el arca de las reliquias.

Además aparecen gárgolas, jarrones, cornisas, relieves, estípetes terminados en esferas y esculturas.

Sobre ella hay otra ventana con vano menor moldurado y con una cabeza de ángel en el dintel.

[13]​[nota 4]​ Las tres naves se unen a la cabecera por un gran arco triunfal central, ligeramente apuntado, y dos altos y estrechos arcos ojivales laterales, que disimulan la menor anchura de la cabecera.

El actual retablo mayor comenzó a construirse en 1730[13]​ y es de estilo barroco con colores dorados.

Están separados por columnas adosadas con forma de candelabro y adornado con hojarasca, estípites (influenciados por el madrileño Pedro de Ribera) y columnas bulbosas.

En el retablo central de estilo barroco en colores dorados, se encuentra La Dolorosa.

A sus pies hay un féretro acristalado con una talla del Cristo yacente, perteneciente al antiguo retablo.

Sobre estos hay un cuadro de la Virgen atendiendo al niño Jesús.

El Baptisterio, lugar donde se administra el bautismo, constituye un conjunto renacentista, con media cúpula esférica casetonada y pintura al fresco en la bóveda anexa.

En el lateral del coro, sobre un arco neoclásico, se encuentra un órgano barroco del siglo XVII, con cualidades de los "órganos ibéricos", que aún conserva el sello original que le dio vida.

Su acceso desde la iglesia es una portada de medio punto flanqueada por columnas corintias adosadas, entablamiento rococó, jarrones en sus laterales y frontón roto con tiara eclesiástica, ángeles y Espíritu Santo en lo alto.

[13]​ Los confesionarios son de finales del siglo XIX a primeros del XX y se le atribuyen a los ebanistas Cabezón y Besga.

Vista interior general desde el coro.
Torre de la iglesia desde la calle Santo Tomás.
Portada principal. Obra de Felipe Bigarny .
Detalle del campanario y cúpula.
Interior de la torre vista desde el campanario.
Retablo mayor y laterales.
Detalle del relicario.
Retablo de La Dolorosa en la Capilla de la Soledad. A sus pies el Santo Sepulcro.
Armario frontal de la sacristía .