Un confesonario o confesionario[1] es un pequeño habitáculo aislado usado para el sacramento de la reconciliación en la Iglesia católica.
En él, el sacerdote escucha las confesiones de las personas que se acercan a la iglesia.
Generalmente se construye de madera.
Su primera aparición fue en el Concilio de Trento, convocado por el papa Paulo III y que transcurrió entre los años 1542 y 1562.