[5] En 1914 llega al poder el liberal Alfredo González Flores del Partido Republicano pero sin haber pasado por las urnas.
[4] González fue designado por el Congreso al ningún candidato de los que participaron en las elecciones haber cosechado suficientes votos como establecía la Constitución.
Por tanto, González carecía del apoyo popular necesario para muchas de sus reformas.
[9] Calderón, ávido de aliados, logra un acuerdo con el Partido Comunista Costarricense de Mora y la Iglesia Católica liderada por monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez que les permitiría tener el suficiente peso político y respaldo popular combinado para promulgar las Garantías Sociales.
[10] Calderón también retrotraería algunas de las medidas secularizantes anticatólicas del período liberal, por ejemplo, levantando la prohibición a que los sacerdotes católicos pudieran dirigir escuelas.
La victoria rebelde llevó al gobierno de la Junta Fundadora de la Segunda República presidida por Figueres y constituida también por Benjamín Odio Odio, Gonzalo Facio Segreda, Alberto Martén Chavarría, Uladislao Gámez Solano, Francisco José Orlich Bolmarcich, Bruce Masís Dibiasi, Raúl Blanco Cervantes, Benjamín Núñez Vargas, Edgar Cardona Quirós y Daniel Oduber Quirós a gobernar por 18 meses desde el 8 de mayo de 1948, cada uno con distintas carteras ministeriales, mientras los líderes calderonistas y comunistas partían al exilio.
[12] Pero Figueres y la Junta, además de preservar las ya hechas, proseguirían con las reformas sociales.
Los comunistas serían re-legalizados en 1978 aunque ya antes se les había permitido participar electoralmente en partidos socialistas que no fueran oficialmente marxistas.
Se promulgaría además la Ley del Aguinaldo durante el período 1958-1962 impulsada por Luis Alberto Monge y gracias a la alianza de las bancadas liberacionista y calderonista, aunque el presidente Echandi la vetaría, sin evitar con ello que fuera refrendada.
También se declararía el derecho a la salud como un derecho constitucional,[13] El período posguerra civil se caracterizaría por un predominio político del Partido Liberación Nacional, partido socialdemócrata fundado por Figueres, y que sería la fuerza política más grande y mejor organizada del país.
Aun así la alternancia se daría gracias a diversas coaliciones de centroderecha que lograrían superarle en votos en algunas coyunturas.