En 1918, recibida la Orden Mayor del Subdiaconado, fue enviado a Roma por Monseñor Juan Gaspar Stork Werth.
Merced a su inteligencia obtuvo en Roma el doctorado en Derecho Canónico con calificación de "Suma cum Laude", habiendo cursado también estudios en Filosofía.
A los seis meses de ejercer ese oficio fue nombrado Canónigo del Cabildo Metropolitano, donde ocupó varios cargos como Administrador y Canciller de la Curia Metropolitana.
Su mérito más relevante fue la contribución a la redacción y a su constante apoyo para que se lograra la promulgación de las Leyes Sociales de la República, incorporación a la Constitución Política del Capítulo de las Garantías Sociales, así como el Código del Trabajo.
A Sanabria además enfrentó la trágica conflagración nacional y la revolución de 1948.
Manejaba varios idiomas y ha sido considerado por algunas publicaciones entre los hombres universalmente notables.