Le colmé las dos orejas con la regla, ella se llamaba Sofía Pochett",–[2] donde terminó primero, segundo, tercero y cuarto grados (este último lo tuvo que repetir debido a una enfermedad).
Alvarado le prestó el Manifiesto Comunista, de Marx y Engels, que "fue una revelación".
Fallas aprendió en tres meses el oficio de zapatero, que ejerció por varios años.
Esto motivó que lo volvieran a encarcelar; se declaró en huelga de hambre y finalmente fue puesto en libertad.
Según afirmó alguna vez Joaquín Gutiérrez, a Fallas le había salido una pequeña protuberancia en la ingle antes de efectuar el viaje, por lo que visitó un médico que le ofreció operar al día siguiente.
Sus restos yacen en el Cementerio Obrero junto con 12 cuerpos más, en una bóveda prestada y sin lápida de identificación.
Aunque su obra literaria es relativamente breve –solo cuatro novelas y unos pocos cuentos,– es considerada como trascendental dentro de la literatura costarricense.
En las páginas de Fallas leí tu vida, / gigante oscuro, niño golpeado, harapiento y errante.
/ Cambiaremos, uniendo tu mano con la mía, / la noche que te cubre con su bóveda verde.
[5] Sus obras han sido traducidas al italiano, francés, ruso, polaco, alemán, checo, eslavo, rumano, búlgaro y húngaro.