Pacto Figueres-Calderón

[1]​ El acuerdo fue duramente criticado por distintos sectores políticos y sociales costarricense pues era visto como la máxima expresión del bipartidismo, que en aquella época empezaba a ver erosionada su popularidad.

[2]​ Un hecho particularmente simbólico es que ambos líderes eran hijos de los caudillos principales de las dos tradiciones políticas costarricenses; José Figueres Ferrer del figuerismo y fundador del PLN y Rafael Ángel Calderón Guardia del calderonismo al cual el PUSC se consideraba heredero, quienes habían estado enfrentados en bandos rivales durante la violenta Guerra Civil de 1948 y dividido a sus simpatizantes en dos bloques desde entonces.

[3]​ Desde la unificación de casi toda la oposición (excepto la marxista) tras la fusión de la Coalición Unidad en el Partido Unidad Social Cristiana en 1983, Costa Rica había vivido en un sistema bipartidista clásico donde los dos partidos principales oscilaban en el poder y cuando uno dejaba la presidencia pasaba a ser primera fuerza de oposición y viceversa, y tenían entre los dos más del 90% de los votos en las elecciones y en los diputados del Congreso.

Durante la campaña electoral de 1993-1994 el candidato liberacionista Figueres Olsen atacó fuertemente a su rival socialcristiano y oficialista Miguel Ángel Rodríguez acusándolo de ser neoliberal[3]​ y criticando al gobierno del PUSC de haber dejado de lado las luchas sociales y contra la pobreza por apoyar políticas liberalizadoras, al tiempo que intentaba posicionar a su partido como una fuerza socialdemócrata que compensaría el abandono de los pobres y las clases medias.

A raíz del acuerdo estalló una huelga por parte del Magisterio Nacional que paralizó las clases en los centros educativos, a la cual se sumaron trabajadores de diversas instituciones, universidades públicas y centros de salud, opuestos a las reformas que afectaban muchos de sus intereses.