No obstante, en las principales ciudades del país existían diferentes cuarteles y comandancias encargadas de mantener el orden y en donde se resguardaba la artillería del ejército.
Gracias a ello, el ejército se debilitó como institución militar.
Esto propició la revolución que llevó al poder a José Figueres Ferrer.
En el acta n.º 178 de la nueva Constitución Política, dictada el 31 de octubre de 1949, aparece la aprobación del artículo constitucional número 12, que suprime el ejército como una institución permanente y crea la policía civil para el resguardo del orden público;[3] esto permitió utilizar los presupuestos antes asignados al ejército en el desarrollo del aparato educativo principalmente, y además, se traspasa el Cuartel Bellavista a la Universidad de Costa Rica para que allí se instalara el Museo Nacional.
Al entrar en vigencia esta Constitución unas semanas más tarde, la abolición del ejército en el sistema político costarricense adquiere rango constitucional.
La invasión falló debido a que las fuerzas de gobierno contaban con capacidad bélica para repeler una invasión y además el segundo gobierno de Figueres fue mediante un proceso electoral normal, así que era un presidente constitucional.
Tras la abolición del ejército, Costa Rica ha obtenido reconocimiento internacional por ser uno de los pocos países que no cuentan con fuerzas armadas, además de contribuir a la imagen país.
[5] La fecha adquirió carácter de día feriado en 2020 tras ser aprobada por la Asamblea Legislativa.