En 1915 empezó su carrera en la vida pública nacional como cónsul general de Costa Rica en Nueva York.
En 1924 fue diputado suplente en el Congreso y a la vez secretario particular del presidente Ricardo Jiménez Oreamuno en el mismo período.
Se desempeñó como diputado durante dos períodos consecutivos (1930-1934 y 1934-1938).
Volvió al periodismo en 1946 como gerente del periódico La Nación, puesto que desempeñó hasta 1966; sustituyó Sergio Carballo como director del mismo en 1950.
[2] Pocos minutos antes de llegar a las Islas Caimán el avión, que viajaba a una altitud de 27 000 pies, se precipitó en un violentísimo descenso al encontrar en su trayecto una bolsa de aire enrrarecido, cuando alcanzó 14 000 pies se estabilizó bruscamente, lo que provocó que Castro y otro pasajero fallecieran.