Literariamente se formó en la corte aragonesa, accediendo a los clásicos del humanismo (Virgilio, Dante Alighieri...) y de la poesía trovadoresca al lado del erudito y misterioso Enrique de Villena; en Valencia trabó relación con Jordi de Sant Jordi,[4] copero, y Ausiàs March,[5] halconero real.En 1428 nació en Guadalajara su sexto hijo, el que sería cardenal Mendoza.Sobradamente conocido es su juicio sobre las poesías populares castellanas «con las que la gente baxa y servil se alegra»; pero su entusiasmo por la tradición culta no empece que esta última influencia, aunque minoritaria y esclava de la otra, se incluya en su obra mediante colecciones de proverbios como los Refranes que dicen las viejas tras el fuego, en que asume la condensada sabiduría popular como asimilable a sus elevados ideales filosóficos estoicos, o en sus Serranillas, en que la refinada tradición culta de la pastorela provenzal se ayunta y une a la popular castiza de la serrana.En general toda su producción puede inscribirse dentro de la Escuela alegórico-dantesca del Prerrenacimiento del siglo XV; fue sin duda alguna el más ferviente admirador que tuvo Dante Alighieri en España, y también asimiló lo que pudo del humanismo de Petrarca y de Giovanni Boccaccio.Es especialmente recordado por sus serranillas, poemitas de arte menor que tratan del encuentro entre un caballero y una campesina, a imitación de las pastorelas francesas, pero inspiradas en una tradición popular autóctona propia.Su obra maestra dentro del estilo alegórico-dantesco es la Comedieta de Ponza, donde describe la batalla naval homónima en coplas de arte mayor: Escribió además poemas alegóricos y doctrinales (dezires) y lírica cancioneril, y recopiló una de las primeras colecciones paremiológicas en castellano, los Refranes que dicen las viejas tras el fuego.Fortuna, una de las protagonistas lleva al personaje principal a una montaña donde es asaltado.En su ayuda acude Hipólito, como un caballero de la corte muy bello cuya persona simboliza la castidad.Este es un tópico ya conocido en literatura por varios grandes iconos literarios como Virgilio de la antigüedad grecolatina o Dante, narrando hazañas que siguen el mismo patrón.El tópico de los infiernos está vinculado al amor, debido a la tradición alegórica, es el modelo que van a seguir los infiernos de amor posteriores.Esta obra es el punto de unión en que se juntan la amplia tradición sobre las visones del mundo y los viajes a través de él, los cuales llegan hasta los puntos más recónditos del mismo.
Escudo de armas de la casa de Mendoza en la casa natal del marqués de Santillana en Carrión de los Condes (Palencia, Castilla y León)
Coplas de
El infierno de los enamorados
en un manuscrito del siglo
XV