Gómez Manrique (poeta)

[2]​ Sus abuelos paternos fueron Diego Gómez Manrique de Lara y Juana de Mendoza, la cual, tras enviudar, se volvió a casar con Alfonso Enríquez, bisabuelos del rey Fernando II el Católico.

En ese mismo año había acudido con sus hermanos a unas justas ordenadas por Juan II en Valladolid.

Al año siguiente (1449), junto con otros nobles, participó también en el fallido sitio del castillo de Cuenca.

La nobleza no comprendió esto y empezó a rechazar al rey.

El propio Gómez compuso un sentido planto en arte mayor, Defunsión del noble caballero García Laso de la Vega.

En efecto, fue uno de los poetas más famosos de su época y tomó ora la espada ora la pluma: luchó contra Juan II, no simpatizó con Enrique IV y se alineó con Isabel, futura reina Católica, contra Juana, como su sobrino Jorge.

Las primeras, dice, Gómez tuvo que declarar la guerra al proportugués Marqués de Villena y poner sitio a su principal baluarte en el reino de Toledo, Escalona.

[10]​ En 1484 logró evitar una matanza cuando se enteró de que los conversos preparaban un motín para el día del Corpus; arrestó a los principales cabecillas, entre los cuales estaba su mismísimo teniente corregidor, Alfonso de la Torre, y un tal Lope Churizo, y presidió los juicios y las ejecuciones.

Asimismo, fue muy hábil para la sátira en sus piezas «Razonamiento del rocín a un paje» y otras muchas.

Por demás, la Batalla de amores imita modelos galaicos y en las Coplas que hizo Mosén Pero Torrellas contra las damas, contradichas por Gómez Manrique se encuentra ya una defensa renacentista de las mujeres contra la postura misógina medievalizante del poeta cancioneril catalán Pere Torrellas.

[12]​ No desarrolla demasiado las posibilidades dramáticas del texto, pero, por el contrario, desahoga sus grandes capacidades líricas y, según Álvaro Torrente, es la primera vez en que se constata un uso consciente del canto en el teatro castellano.

Gómez Manrique se inspira en la tradición del planto o elegía fúnebre medieval y formula estas coplas dialogadas sin que se dé a entender que fuera representado.