[3] Propuso la gramática generativa, disciplina que situó la sintaxis en el centro de la investigación lingüística.
Con este paradigma, cambiaron la perspectiva, los programas y métodos de investigación en el estudio del lenguaje.
Todas estas ideas chocaban frontalmente con las tradicionales de las ciencias humanas, lo que concitó múltiples adhesiones, críticas y polémicas que han acabado convirtiéndolo en uno de los autores más citados.
Chomsky es considerado una figura influyente en su país de origen y en el mundo.
[12] En 1949 Chomsky se casó con Carol Schatz,[7] también lingüista, y la pareja tendrá tres hijos.
[10] Uno de sus maestros fue el filósofo Nelson Goodman,[10] quien lo presentó en la Harvard Society of Fellows.
[cita requerida] Entre 1951 y 1955, Noam Chomsky fue junior fellow en la Universidad de Harvard.
En su tesis doctoral comenzó a desarrollar algunas de sus ideas en lingüística, elaborándolas luego en su libro Estructuras sintácticas,[13] posiblemente su trabajo más conocido en este campo.
En 1998 recibió el doctorado honoris causa (lingüística) de la Universidad Rovira i Virgili.
Sin embargo, Chomsky postulaba la existencia de un dispositivo cerebral innato (el «órgano del lenguaje»), que permite aprender y utilizar el lenguaje de forma casi instintiva.
A los niños se les supone un conocimiento innato de la gramática elemental común a todas las lenguas humanas (lo que supone que toda lengua existente es una clase de restricción).
The Principles and Parameters approach (P&P) (Aproximación por principios y parámetros), desarrollada en las Conferencias de Pisa (1979) y publicada más tarde bajo el título Lectures on Government and Binding (LGB), retoma mucho de la gramática universal: los principios gramaticales en los que se basan las lenguas son innatos y fijos; las diferencias entre las distintas lenguas en el mundo se pueden caracterizar en términos de parámetros programados en el cerebro (como el parámetro de elisión, pro drop param, que indica cuándo un tema explícito es siempre requerido, como en inglés, o si este puede elidirse, como en español) a menudo comparados a interruptores (de ahí el término de principios y parámetros utilizado para calificar este enfoque).
Según esta teoría, un niño que aprende una lengua solo necesita adquirir los elementos léxicos básicos (palabras, morfemas gramaticales y refranes) y fijar los valores convenientes en los parámetros, lo que puede efectuarse sobre algunos ejemplos clave.
Los partidarios de esta concepción ponen como ejemplo que la velocidad con la cual los niños aprenden lenguas es inexplicablemente rápida, algo no posible a menos que tengan una capacidad innata para aprenderlas.
Su objetivo nunca fue establecer una teoría especulativa más sobre el lenguaje, sino una explicación rigurosa de su complejidad.
[24] Noam Chomsky se interesó por la política a muy temprana edad, estimulado por las lecturas en las librerías de los anarquistas españoles exiliados en Nueva York.
A los once años publicó su primer artículo sobre la caída de Barcelona y la expansión del fascismo en Europa.
[25] Su activismo político arranca de la movilización popular contra la guerra del Vietnam.
Es uno de los más importantes colaboradores del grupo mediático independiente Z Communications.
188) y se ha definido como un sionista, aunque observa que la mayoría considera como antisionista su definición de sionismo.
Percibe un cambio en el significado del sionismo (Chomsky Reader) desde la década de 1940.
Nunca se ha considerado un teórico en política, sino simplemente un ciudadano informado que mantiene una actitud muy crítica hacia la ideología dominante.
Chomsky señala que desde hace años la maquinaria militar israelí depende mayormente del apoyo material y diplomático de Estados Unidos, y que ambos países realizan sistemáticamente acciones violentas al margen de las leyes internacionales.
Se basa en una estructura de siete largas entrevistas de periodistas extranjeros durante el primer mes y medio posterior a los ataques al World Trade Center y al Pentágono.
En este libro, Chomsky refleja de nuevo su visión crítica con el poder y la industria militar.
Para algunos nacionalistas, es especialmente controvertida su crítica a la política del gobierno de Israel, por su origen judío.
También ha sido polémico su apoyo a la libertad de expresión en lo que se conoce como el escándalo Faurisson.
Para Chomsky, Estados Unidos no cree en el libre comercio, sino que lo utiliza como un método mediante el cual los países más fuertes imponen a los países pobres la obligación de cumplir unas normas coercitivas y rígidas (la ley del embudo).
Su libro 11 de septiembre (9/11) tuvo una gran difusión, pese a haber sido publicado por una pequeña editorial.
En diversas ocasiones se le ha preguntado a Chomsky si tiene una postura religiosa o es ateo, a lo cual respondió en una ocasión: En una discusión con Lawrence Krauss y Sean M. Carroll en 2006, Chomsky dio una respuesta similar: