En países con síntomas de cleptocracia se tiende a legislar aplicando tal práctica.yo soy quien defiende a la población, allá donde no llega el gobierno, allá es donde nace mi triste canción, yo soy quien escucho su llanto y con ellos, comparto la necesidad, y mejor le pedimos a los santos, porque el que está gobernando creo que eso es por no dejar, como ellos lo tienen todo a la mano, no les importa un carajo la perdida humanidad.Los platos que rompe el gobierno, los paga mi pueblo trabajando al sol, no tienen ni solar ni techo, porque su trabajo no tiene valor, se pasan la vida luchando pero este cantante de la población, seguirá con su empeño hasta alcanzarlo, pa' que a mi pueblo olvidado le llegue la redención el sistema nos tiene marginados, pero hay que seguir peleando hasta ser el vencedor.La ley del embudo, lo ancho pa' ellos y lo angosto pa' uno, ley de la ballena, lo angosto pa' uno y lo ancho pa' ella, la ley del más fuerte, como están armados se hacen los valientes, y esta ley del cantante, En España se usa la expresión "tener la sartén por el mango" para aludir a quien ostenta un poder absoluto y dicta qué es lo legítimo a los demás.[2][3] En México, en la película "Lagunilla, mi barrio", el personaje de Doña Lancha (interpretado por Lucha Villa) apela a la ley del embudo para demandar que no se detenga de una manera arbitraria a una persona no inculpada directamente por un robo (a Don Abel, interpretado por Manolo Fábregas, cuando el culpable era El tirantes, interpretado por Héctor Suárez).
Caricatura de comienzos del siglo
XX
donde se maneja implícitamente el concepto de «ley del embudo».