Escándalo Faurisson
Además, se le ordenó pagar la reproducción de la sentencia en los periódicos y la televisión nacionales.Desde que comenzó a hacer públicos sus hallazgos, el profesor Faurisson ha sido objeto de una feroz campaña de hostigamiento, intimidación, difamación y violencia física en un crudo intento por silenciarlo.Funcionarios temerosos incluso han intentado evitar que investigue más negándole el acceso a bibliotecas y archivos públicos.La primera acusación la basa principalmente en el argumento del doble rasero, es decir, centrarse en las culpas de los judíos ignorando o minimizando las que puedan tener otros actores del conflicto.Por otro lado, Cohen dice que no se menciona ni una sola vez a quien fuera gran muftí de Jerusalén durante la Segunda Guerra Mundial, Amin al-Husayni, ni a su Movimiento Nacionalista Árabe, que declararon abiertamente su lealtad a Hitler y colaboraron con el Tercer Reich.Destaca el de Geoffrey Sampson, que hizo una pequeña reseña biográfica para el libro Biographical Companion to Modern Thought en términos elogiosos a su trabajo como lingüista, pero que incluía una crítica a su labor como analista político.Este lo niega, pero en el mismo texto en que lo hace justifica la exclusión por ser un "trabajo de consulta" y no un libro.Al leer el libro de Cohn, Chomsky afirma que las acusaciones y las pruebas presentadas están totalmente fabricadas y Chomsky mismo ofrece datos que las desmentirían.En su artículo Su derecho a decirlo publicado en The Nation, Chomsky expresa: Su argumento hace la distinción conceptual entre apoyar el punto de vista de alguien y defender su derecho a decirlo'.