[4][5] No debe confundirse con las construcciones unifamiliares que comparten pared medianera pero no se disponen una sobre otra (aunque cada una pueda tener varios pisos), y responden al concepto anglosajón de terraced house (en el urbanismo español desde finales del XX se usa la denominación inmobiliaria de "chalet adosado").[28] Contrastando con la casa de labranza que tenía pequeños jardines delante y detrás, la nueva versión, la casa obrera, tenía tan sólo un reducido patio en la parte de atrás.Por otra parte, la vivienda rural, que con el paso de los siglos había evolucionado desde estar formada por una sola habitación hasta tener dos plantas, con un salón y un fregadero en la inferior y uno o dos dormitorios en la superior, sufrió un retroceso en su versión urbana, quedando constituida tan solo por una sola habitación que en el mejor de los casos tenía en una de las esquinas un pequeño compartimiento para colocar la cama.Era un “doble callejón” en que se abrían “ocho o diez celdillas o habitaciones, tan cómodas como cepo veneciano, y tan anchurosas como nichos de cementerios”, calificadas también de “chiribitiles” y “zaquizamíes” (Mesonero Romanos 1851: 231-260).Por estas habitaciones cada uno pagaba, si podía o como podía, sus “treinta reales nominales al mes” en el segundo tercio del siglo [XIX] y, si no, el casero se servía de un alguacil para “sus ejecuciones y despojos” (Mesonero Romanos 1851: 231-260); alguacil que debía de tener mucho más trabajo después, cuando los alquileres de este tipo de habitaciones suben directamente a tres duros (Ossorio y Bernard 1892: 162-167).Lo poblaban, unos “por las desdichas pasadas” y otros “por las miserias presentes”: una vieja alcahueta; “un pobre empleado […] con cuatro chiquillos”; “una honrada viuda […] clamando en vano por los dividendos del Monte Pío” y sus tres hijas solteras; un matrimonio joven, zapatero y ribeteadora”; “un químico de portal, gran confeccionador de agua de Colonia y rosa de Turquía”; “un hombre de presa […] amante del vino”; “un viejo […] escribiente memorialista a dos reales el pliego” (Mesonero Romanos 1851); “un artesano infeliz” (Mesonero Romanos 1851: 163-180); un sereno y su mujer (Mesonero Romanos 1851: 163-180); y, por último, una valenciana que “era capaz de volatilizar la cabeza más bien templada”, por lo que acabó en “un cuarto entresuelo” teniendo como fiador al alguacil (Mesonero Romanos 1851).
Shibam
, Yemen. La construcción de edificios de viviendas con múltiples pisos se remonta a siglos atrás.
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6
]
Corte de la
rue Aroubi
en la
Casbah
de Argel. En cada edificio, en torno al patio común, se alojaban unas cuatro familias.