Los proyectos serían diseñados para distritos enteros, transformando visiblemente la imagen arquitectónica de cada ciudad.
La construcción industrial, aprobada por Albert Kahn y más tarde bajo la supervisión de Víktor Aleksándrovich Vesnín,[4] fue influenciado por las ideas modernistas.
Incluso la primera etapa del Metro de Moscú, realizadas durante 1935, no fue examinado por Stalin, y así incluyó influencia constructivista sustancial.
Esas personas se convertirían finalmente en ancianos arquitectos del estalinismo y produciran los mejores ejemplos de la época.
Algunos de los constructivistas (como los hermanos Vesnin, por ejemplo, Leonid Vesnín) eran jóvenes profesionales que se habían establecido antes de 1917, mientras que otros solo habían completado su formación profesional (como Konstantín Mélnikov ) o no tenían ninguna.
Entre éstos se encontraban Ernst May, Albert Kahn, Le Corbusier, Bruno Taut y Mart Stam.
Los teóricos idearon una variedad de estrategias que crearon discusiones politizadas sin mucho resultado práctico.
Los hechos, o su representación en los documentos públicos soviéticos, se refiere en gran parte al concurso del palacio de los Sóviets de 1931-1933: Los arquitectos invitados a dirigir esos talleres fueron tradicionalistas —Iván Zholtovsky, Alekséi Shchúsev, Iván Fomín, Borís Iofán, Vladímir Shchukó, Nikolái Ladovski— así como también constructivistas —Ilyá Gólosov, Panteleimón Gólosov, Nikolái Kolli, Konstantín Mélnikov, Viktor Vesnin y Moiséi Guínzburg—.
Como señaló Dmitri Jmelnitski: «La comparación con la arquitectura nazi funciona hasta cierto punto, sin embargo, hay una diferencia importante.
Se puede rastrear como una simplificación del art déco (a través de Shchukó y Iofán) y el constructivismo nacional, que se convierte poco a poco al Neoclasicismo (Ilyá Gólosov, Vladímir Vladímirov).
Por este motivo se le llama a Moscú el «puerto de los cinco mares» (en ruso: порт пяти морей, port piatí moréi).
Fue construido entre los años 1932 y 1937 por los prisioneros del Gulag durante la etapa temprano-media de Stalin.
Varios pabellones fueron creados en los estilos nacionales de las repúblicas y regiones soviéticas; un paseo por la exposición recreaba un recorrido por el inmenso país.
[14] Salvo los edificios nacionales, nada ha sobrevivido (las puertas centrales y los grandes pabellones fueron reconstruidos durante la década de 1950).
Los apartamentos para los generales diseñados en 1947 por Lev Rudnev, en el mismo bloque, tiene una disposición exterior menos extravagante.
[15] Los edificios de clase alta pueden ser fácilmente identificados por detalles como el espaciamiento entre ventanas, los áticos y las bay windows.
El canal y sus instalaciones fueron construidos predominantemente por prisioneros, que fueron detenidos en varios campos de trabajo correctivo especialmente organizados.
Esta vez, el metro era una declaración política y se disfrutaba de una financiación mucho mejor.
[18] La segunda etapa produjo ejemplos tan diferentes de estilo estalinista como las estaciones Mayakovskaya (1938), Elektrozavodskaya y Partizanskaya (1944).
[20] El canon estalinista fue condenado oficialmente cuando se estaban construyendo otras dos secciones, Luzhniki y VDNKh.
El Conjunto fue construido durante los quince años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Cuando las fuerzas locales no fueron suficientes, los arquitectos rusos fueron convocados (Shchusev diseñó un teatro de aspecto oriental en Taskent, etc.).
El primer gran edificio estalinista en Alemania fue la embajada soviética en Unter den Linden.
Monumentos similares, aunque menos grandiosos, se diseñaron en otras ciudades, como Leipzig, Dresde, Magdeburgo, Rostock o la nueva ciudad de Stalinstadt.
[27] Los edificios centrales construidos al estilo estalinista también incluyeron la Casa Scânteii en Rumania y el complejo de Largo, Sofía, en Bulgaria.
[30] Este fue todavía un experimento, no respaldado por la capacidad industrial o los cronogramas de proyectos acelerados.
No se sabe con seguridad qué líder del Partido inició personalmente el impulso para reducir los costos.
Los principales edificios públicos y viviendas de élite no se vieron afectados todavía.
A lo largo del año siguiente, la campaña creció y preparó al público para acabar con el estalinismo.
[26] La arquitectura estalinista agonizó por cinco años más: el trabajo en edificios antiguos ya no era una prioridad.