Surge en Estados Unidos, donde las referencias históricas (arquitectura historicista) tienen menos peso e importancia que en Europa.
El contexto socioeconómico es el de una ciudad muy próspera y en considerable incremento demográfico.
[2] Se produjo una gran especulación sobre los terrenos, lo que estimuló las soluciones arquitectónicas que supusieran la construcción en vertical: muchos pisos elevados sobre una planta reducida.
Los modelos creados en Chicago pronto empezaron a ser emulados en otras ciudades de Estados Unidos, y están en el origen de la renovación arquitectónica del primer tercio del siglo XX (funcionalismo arquitectónico, Bauhaus, Movimiento Moderno).
Ya en 1938, la llegada a la ciudad de Mies van der Rohe (las autoridades nazis habían cerrado la Bauhaus en Alemania) significó el desarrollo de los nuevos planteamientos que caracterizan la denominada segunda escuela de Chicago.