La España de aquella época pasaba por un periodo de transformación económica en el que aparecía como fenómeno emergente en la sociedad el éxodo rural hacia las ciudades y que dejaba vacíos ciertos núcleos rurales.
Una familia campesina (los Pérez) se deja convencer por las ambiciones del hijo mayor, que convence al padre para ir a la capital (Madrid) porque allí el dinero se gana sin esfuerzo y la vida es más fácil que en el campo.
Pronto aparecen personas que los engañan, los confunden, los explotan, les ofrecen trabajos precarios, los inducen a la delincuencia, etc.
La película va narrando escenas de gran dureza, en un mundo implacable en el que algunos personajes pierden por completo su autoestima.
Los personajes parecen vivir en historias paralelas, algunos de ellos obedecen a estereotipos, como don Roque "el Chamberlain" (Félix Dafauce), que representa el nuevo rico; el "Mellao"; los hijos varones de Rosario: Pepe, que se integra en una banda organizada[10] de delincuentes, y Manolo, que vive en la más estricta pobreza entre casas en ruinas y sin lograr un empleo.
La familia Pérez, aprendiendo con todos estos problemas cuál es su lugar natural, acaba volviendo al pueblo.