Escribió en sus memorias que la pasión por el océano comenzó en su niñez, al leer libros y escuchar las hazañas de su hermano mayor en la marina.[9] Este siempre iba más allá y no se limitaba a corregir la pieza musical, recomponiéndola al piano en algunas ocasiones.[9] Se hizo amigo de Aleksandr Borodín —cuya música le «fascinaba»—,[29] y cada vez pasaba más tiempo con Músorgski.A menudo, las obras musicales discutidas «eran tocadas ante mí, pero sólo algunos fragmentos y no podía formarme una opinión en profundidad».[30] Rimski-Kórsakov fue especialmente apreciado dentro de Los Cinco y por todos aquellos que visitaban el círculo, debido a su talento como orquestador.[25] «Ese otoño e invierno los dos llegamos a un buen acuerdo», escribe Rimski‑Kórsakov, «con un intercambio constante de ideas y proyectos.[33] Rimski-Kórsakov explica en sus memorias que Mijaíl Azanchevski, al tomar el puesto de director del Conservatorio ese año,[25] quería sangre nueva para refrescar la enseñanza de esas asignaturas,[34] y le había hecho una generosa oferta por sus servicios.[41] Consciente de sus limitaciones técnicas,[42] Rimski-Kórsakov pidió consejo a Piotr Ilich Chaikovski,[43] con el que había mantenido algún contacto ocasional.[48] Para prepararse a sí mismo, y para mantenerse al menos un paso por delante de sus estudiantes, se tomó tres años sabáticos en los que no compuso nada propio, y estudió con asiduidad en casa mientras seguía impartiendo lecciones en el Conservatorio.[32] Rimski-Kórsakov finalmente llegó a ser un maestro excelente y un ferviente defensor de las enseñanzas académicas.[32] La cátedra en el Conservatorio conllevó seguridad económica para Rimski‑Kórsakov,[52] lo cual le indujo a asentarse y formar una familia.[66] Según Rimski-Kórsakov, los otros miembros de Los Cinco mostraron escaso entusiasmo por la sinfonía, y menos aún por el cuarteto.[67] Tampoco lo fue su debut en público como director en un concierto benéfico en 1874 en el cual dirigió a la orquesta con la nueva sinfonía, considerado positivamente por sus compatriotas rusos.[49] Posteriormente escribiría que «comenzaron, de hecho, a mirarme por encima del hombro como si fuera un fracasado».[67] Peor aún para el ruso fueron los débiles elogios dados por Antón Rubinstein, un compositor opuesto a la música y filosofía de los nacionalistas.[82] Los tres habían labrado su camino hasta lograr la fortuna y al ser «eslavófilos» en su perfil cultural creían en la gran gloria de Rusia.[85] Beliáyev, quien había mostrado un gran interés en el futuro musical del joven Aleksandr Glazunov, alquiló una sala y una orquesta en 1884 para estrenar la Primera Sinfonía (1881) de Glazunov así como una suite orquestal que dicho compositor acababa de componer.[88] Rimski-Kórsakov recibió una petición de consejo y asesoramiento, no sólo sobre los Conciertos Sinfónicos, sino en otros proyectos en los que Beliáyev ayudaba a compositores rusos.«Dentro de las cuestiones puramente musicales resultó que yo era la cabeza del círculo Beliáyev», escribe el compositor.[97] Estaba fresco en el recuerdo la tensión entre Chaikovski y Los Cinco sobre las diferencias en sus filosofías musicales; tensión tan aguda que Modest, el hermano de Chaikovski, comparó su relación en esa época como «la de dos Estados vecinos y amigos [...] preparados cuidadosamente para encontrarse en terreno neutral, pero guardando celosamente sus intereses particulares».Tras escuchar estas interpretaciones, Rimski‑Kórsakov se dedicó prácticamente sólo a componer óperas por el resto de su vida creativa.Llegó a mostrarse enojado durante días cuando escuchó al pianista Félix Blumenfeld tocar Estampes, de Debussy, tras lo cual escribió en su diario: «pobre y mezquino hasta más no poder; no hay técnica, y mucho menos imaginación.»[106] Esto se debía a un creciente conservadurismo por su parte (su «conciencia musical», tal y cómo él mismo lo describió), bajo el cual ahora escrutaba su música, así como la de otros.[125] El musicólogo Gerald Abraham escribió sobre Rimski‑Kórsakov que, a pesar de ser más conocido en Occidente por sus obras orquestales, sus óperas son mucho más complejas; ofrecen una mayor variedad de efectos orquestales que en sus obras instrumentales, así como refinados papeles para voz.[128] Las composiciones puramente orquestales son en su gran mayoría de naturaleza programática, en las que el contenido y secuencia musical vienen determinadas por una historia, una pintura o cualquier otra fuente no musical, más que por las reglas abstractas de la música absoluta.Empleó temas litúrgicos en su Obertura de la gran Pascua rusa, la cual también sigue el diseño y plan de la Segunda obertura sobre temas rusos de Balákirev; el Capricho español se basa en temas populares, pero su estructura es más rapsódica; Scheherezade se convirtió en la expresión más conocida del orientalismo musical ruso y posiblemente su obra más popular.Al mismo tiempo, se alternan otros temas como las escalas cromáticas en las maderas y un tercer patrón rítmico en la percusión.[135] Esta afirmación no era cierta para Glinka, quien antes de componer su opera Una vida por el Zar estudió asiduamente teoría musical occidental en Berlín con Siegfried Dehn.Además de Glazunov y Stravinsky, dio clases a otros estudiantes que más adelante se volverían famosos, entre los cuales se encuentran Anatoli Liádov, Alexander Spendiaryan, Serguéi Prokófiev, Ottorino Respighi, Witold Maliszewski, Mikola Lisenko, Artur Kapp y Konstanti Gorski.El director orquestal Nikolái Malko recuerda que Rimski‑Kórsakov comenzó la primera clase del curso diciendo «yo hablaré y ustedes escucharán.[155] El empleo del folclore tal y como lo llevaban a cabo Balákirev y los otros miembros de Los Cinco se basaba en su mayor parte en la protyazhnaya,[155] Protiázhnaya, que literalmente significa «canción persistente», o canción lírica melismática.
Rimski‑Kórsakov vestido con el uniforme de
cadete naval
.
El velero
clíper
militar ruso
Almaz
en el
Puerto de Nueva York
en 1863. Rimski‑Kórsakov sirvió como aspirante a oficial de marina en este barco y posteriormente escribiría sobre esta travesía.
Mili Balákirev
fue el mentor de Rimski‑Kórsakov en sus inicios como compositor y le animó a seguir componiendo.
Nadezhda Rímskaya-Kórsakova
, de soltera Purgold, fue la esposa del compositor. Viajaba con él, asistía a los ensayos e influyó musicalmente en sus tres primeras óperas. Fallecido su esposo se dedicó a organizar su legado musical póstumo.
Rimski‑Kórsakov cuando tenía 49 años retratado por el pintor
Iliá Repin
. Por esta época falleció Chaikovski cuando habían iniciado entre ambos un mutuo acercamiento.
Retrato de Mijaíl Glinka de Iliá Repin. Rimski‑Kórsakov se atribuyó el haber editado las partituras de Glinka, lo que contribuyó a llevarlo de nuevo a la música moderna.
M. P. Beliáyev
retratado por el pintor
Iliá Repin
. Fue un influyente mecenas ruso que apoyó económicamente a artistas nacionalistas. Secundó la idea de Rimski‑Kórsakov de dar conciertos de composiciones rusas.
Fiódor Chaliapin
fue un gran defensor de la versión de
Borís Godunov
de Rimski‑Kórsakov, lo cual contribuyó a que la obra se representara en los teatros de ópera de todo el mundo. Actualmente esta versión ya no es tan popular, habiendo caído en el olvido. Retrato de
Aleksandr Golovín
.