Transposición (música)

Normalmente esto se hace para acomodar el acompañamiento a un registro de voz dado, facilitando la tarea del cantante.

En una ocasión, tras un concierto se dirigió a su arreglista y le preguntó: «¿De quién era esa cancioncilla tan chillona?».

Eso le daba al músico un gran entrenamiento para visualizar distintas nomenclaturas de notas en el mismo pentagrama, habilidad básica para transponer a primera vista.

Hasta mediados del siglo XX existía un recurso mecánico en algunos pianos de cola y órganos de tubos, que permitía al ejecutante transportar: tocaba las teclas normalmente (tal como estaban escritas) pero el traslado lateral del teclado permitía que el mecanismo hiciera sonar cuerdas (o tubos, en el caso del órgano) más graves o más agudos.

En los manuales de orquestación se dice que el corno inglés transpone a una quinta inferior.

Si el que oboísta quiere tocar en unísono con el cornista (o a una octava más aguda o más grave), puede tocar las mismas notas que oye, pero cuando las escriba en una partitura apuntará en ella do-re-mi-do, do-re-mi-do, mi-fa-sol.

En la práctica casi todos los instrumentos son transpositores, solo que algunos de ellos (como el contrabajo) transponen a una octava inferior o superior, lo cual facilita mucho su lectura (como si no se hiciera transposición alguna).

Tabla básica de transposición (los acordes que encabezan las filas son las tónicas de cada escala base de referencia relativa respecto a su transpuesta)