También puede utilizarse para designar a los «modos griegos», escalas descendentes del sistema musical de la antigua Grecia.
Debido a una confusión histórica en la transcripción se utilizan los mismos nombres de los modos del sistema modal griego (dórico, frigio, lidio, mixolidio...) para designar los modos usados durante la Edad Media en el sistema modal eclesiástico, que son muy diferentes entre sí.
Como regla mnemotécnica, los modos auténticos griegos se crean descendentemente partiendo de las notas mi, re, do, si.
Los modos auténticos medievales se forman ascendentemente a partir de las notas re, mi, fa, sol.
Estos ocho modos se clasificaban en dos tipos:[7] La teoría musical griega distinguía tres géneros de escalas:[5][8] Durante la Edad Media se llevó a cabo una reorganización del sistema modal, de tal manera que los modos pasaron a ser ascendentes.
Se les llama también modos eclesiásticos o gregorianos por ser utilizados en el canto llano litúrgico.
La iglesia bizantina desarrolló en sus orígenes un sistema de ocho modos musicales (el oktōēchos), que sirvió como modelo para que los teóricos del canto llano medieval europeo desarrollaran su propio sistema de clasificación modal a partir del siglo IX.
Este nombre fue tomado por el teórico Ptolomeo del siglo II junto con otros seis para designar sus siete tonoi o tonalidades de transposición.