La música impresionista es la tendencia musical que surgió en Francia a finales del siglo XIX.Los dos únicos autores a los que podemos llamar impresionistas en aquella época son Claude Debussy y Déodat de Séverac, aunque este último no está tan reconocido como gran parte de autores posteriores.Sin embargo, Claude Debussy es el autor impresionista más notorio, junto con los también franceses Maurice Ravel y Erik Satie.A diferencia del estilo clásico-romántico vienés, en el cual se valora ante todo la proporción y el equilibrio formal, en la música impresionista los compositores buscan plasmar una imagen sonora.La característica más destacada en el Impresionismo musical es el uso del "color", o en términos musicales, timbre, que se puede conseguir a través de la orquestación, el uso armónico, la textura, etc.[1] Otros elementos del Impresionismo musical también implican nuevas combinaciones de acordes, tonalidad ambigua, armonías extendidas, uso de modos y escalas exóticas, movimiento paralelo, extra-musicalidad, y títulos evocadores como "Reflets dans l'eau]" ("Reflejos en el agua"), "Brouillards" ("Brumas"), etc.[2] La música occidental ya estaba sistematizada en la Antigua Grecia, donde se usaban aproximadamente 7 escalas.Pero los años pasaron, y al llegar el posromanticismo, autores como Gabriel Fauré o Camille Saint-Saëns experimentaron con estas escalas y con el timbre (aspecto que más tarde sería esencial en el impresionismo) de una manera pionera, pero sin profundizar demasiado.Pero fue Claude Debussy el primero en crear una música totalmente diferente a la anterior, y nunca antes escuchada.Un ejemplo de ello es la mediantnarmonicidad: en lugar de quintas entre acordes sucesivos, que solían ser las relaciones acordales determinantes, ahora se utilizan a menudo tríadas como tonos paralelos y opuestos como relaciones dominantes entre acordes.Los acordes flotan libremente y no están ligados armónicamente; los matices tonales adquieren una importancia extrema que puede cambiar imperceptiblemente los estados de ánimo atmosféricos.A menudo se evitan los centros tonales estables, así como las melodías cerradas en un esquema fijo o conjunto.Además, son comunes las escalas basadas en clave de iglesias; se utilizan como motivos para el pasado.