La ciudad es conocida por su ciudadela amurallada, un conjunto arquitectónico medieval restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las comunas limítrofes son Pennautier, Villemoustaussou, Villalier, Berriac, Villedubert, Trèbes, Montirat, Palaja, Cazilhac, Lavalette, Roullens, Caux-et-Sauzens y Pezens.
Esto constituye una excepción en la Francia metropolitana, donde el clima es mayoritariamente de tipo cfb o csa, excepto en las regiones con mayor altitud.
Al norte, esta misma carretera secundaria continúa a través de la montaña Negra y llega hasta Mazamet.
El hotel Terminus, inaugurado en 1914 por el arquitecto Belin, es un edificio remarcable del barrio de la estación[13] que ha aprovechado esta afluencia turística para desarrollarse.
[14] En 2002, varios trabajos han permitido alargar la pista principal con el fin de recibir aviones más grandes.
La circulación en horas punta se vuelve bastante difícil, sobre todo en verano con la afluencia de turistas.
Se construyó un primer tramo en 1980 con la circunvalación oeste que permite tomar la salida de la autopista 23 y la carretera secundaria 6113.
Sin embargo esta densidad es mucho menor que ciudades como Tolón, Montpellier o Perpiñán.
[23] Hacia el año 800 a. C., la ciudad, emplazada en una colina, se convirtió en un importante centro de intercambio comercial.
La ocupación más antigua conocida del lugar se remonta al siglo VI a. C., con la construcción de una fortaleza (oppidum) en el promontorio rocoso que domina el valle del Aude y los viejos caminos desde el Atlántico hasta el Mediterráneo y unen la península ibérica con el resto de Europa.
Las murallas romanas se reforzaron con bastiones en forma de herradura situados a intervalos regulares.
En el siglo V, los visigodos ocuparon la ciudad y construyeron más fortificaciones que aún se conservan.
El condado lo heredaría en primera instancia su hijo Guisclafredo I de Carcasona, en el año 810, que murió sin descendencia.
Después pasó a manos de su hermano Oliba I, que gobernó también Razes.
Carcasona es famosa por su papel durante la cruzada contra los albigenses, cuando la ciudad era un feudo de los cátaros.
Tomó como prisionero a Raimundo Roger Trencavel y se convirtió en el nuevo vizconde.
Carcasona acogió en septiembre de 2007 la Confédération générale des vignerons du Midi, la primera unión sindical surgida en 1907 a raíz del conflicto.
[34] A su vez, posee su propio palacio de justicia, situado en el bulevar Jean Jaurès.
[35] En el siglo XVIII, la ciudad era un gran centro manufacturero gracias a la producción textil de todo tipo.
Hoy en día, Carcasona vive del comercio local ligado al turismo y de sus funciones administrativas.
El turismo es también una actividad económica importante gracias a la atracción mundial que produce la ciudadela de Carcasona y el canal del Mediodía.
Como en el resto de Francia, el pequeño comercio ha sufrido un retroceso frente a las grandes centros comerciales.
Las grandes superficies ganaron 14,1 empleos cada 1000 habitantes entre 1975 y 1999 al mismo tiempo que el pequeño comercio perdió 16,1 por 1000.
La parte fortificada de Carcasona llegó a estar tan deteriorada que el estado francés consideró seriamente derruir las murallas.
A tal efecto se redactó un decreto oficial en 1849 que produjo gran revuelo: el historiador Jean-Pierre Cros-Mayrevieille y el escritor Prosper Mérimée promovieron una campaña para preservar la fortaleza como Monumento histórico.
La actual iglesia es de origen románico del siglo XI, consagrada por el papa Urbano II en 1096.
Originalmente llamado Canal Real del Languedoc, es una vía navegable de Francia que une el río Garona en Toulouse con el mar Mediterráneo.
[49] La ciudad posee numerosos espacios verdes entre los cuales cabe destacar: Carcasona posee la categoría de «dos flores» como ville fleurie otorgada por el Conseil national des villes et villages fleuris de France.
La ciudad de Carcasona posee varios edificios e instalaciones destinadas a promover la cultura.