Persillade

[2]​ En su forma más simple, consistente solo en perejil y ajo, es un ingrediente común en muchas recetas, parte de la mise en place del salteado.

Si se añade al principio de la cocción queda suave, pero cuando se añade al final o como guarnición, aporta un sabor fuerte a ajo. Se usa extensamente en las cocinas francesa, española (llamada "majada") y griega, así como en la cajún, la criolla de Luisiana y la quebequesa.

[4]​ La simplicidad de la combinación básica invita a hacer variaciones, tanto añadiendo otros ingredientes como sustituyendo el perejil por otras hierbas, como hoja de laurel, orégano, albahaca o estragón, pero ya no es una persillade.

Combinada con pan rallado se usa como corteza para la ternera asada o las chuletas de cordero.

[5]​ A menudo se añade a la persillade una pequeña cantidad de aceite de oliva para que resulte más fácil trabajarla.

Ostras con persillade .