[1] Etimológicamente la palabra viene del francés fricassée, que a su vez puede tener dos orígenes: del latín vulgar frigicare 'freír', o de un cruce entre dos verbos franceses frire 'freír' y casser 'romper'.
Algunas recetas especifican que se deben cocinar previamente y luego saltearlos en su propia grasa [cita requerida].
Se debe distinguir del estofado en el cual el alimento se cocina a fuego lento con aceite, ajo, cebolla y varias especias, y del ragú, que cuece más tiempo.
[2] Con el tiempo, el término fricassée ha llegado a definir platos de los más variados.
En Bélgica, la fricassée es un huevo frito acompañado de panceta o bacon.