El cristianismo tiene una larga y robusta tradición de peregrinaciones, dirigidas tanto a sitios relevantes en la narrativa del Nuevo Testamento (especialmente en Tierra Santa) como a sitios que están asociados con las vidas de los santos o con milagros posteriores.Otro ejemplo es la peregrinación combinada que se lleva a cabo cada siete años en las tres cercanas ciudades de Maastricht, Aquisgrán y Kornelimünster en Alemania, donde es posible ver muchas reliquias importantes (véase: Peregrinación de las Reliquias, Maastricht).Las peregrinaciones se desarrollaron en el siglo III a los principales lugares santos mencionados en los Evangelios y el Antiguo Testamento y de los cuales Orígenes buscó rastros, particularmente a los lugares de la Pasión de Cristo como el sitio del Santo Sepulcro.Las peregrinaciones cristianas de la Edad Media, contrario a la creencia popular desarrollada en el siglo XIX, rara vez estaban compuestas por multitudes de personas viajando movidas solo por la piedad (peregrinaciones penitenciales o durante los jubileos como lo demuestran los archivos de la penitenciaría apostólica) por caminos bien señalizados.[7] Fue aún en la Edad Media cuando se organizaron los grandes santuarios de peregrinación de la cristiandad, que cumplían un papel religioso y cultural pero también respondían a una necesidad económica (producción y venta de recuerdos, ofrendas, y alojamientos que proporcionaban ingresos significativos para el santuario).Erasmo de Róterdam, por ejemplo, escribió un coloquio en 1526, titulado La Peregrinación Devota, en que su personaje Ogigio viaja a Compostela por la religión y regresa a casa lleno de superstición.A partir del siglo XVI, a medida que el protestantismo condenaba las peregrinaciones como un pretexto para la vagancia, el ocio o la idolatría y que los Estados centralizadores empezaron a controlar el movimiento de personas (a través de la elaboración de pasaportes, certificados y patentes para distinguir peregrinos verdaderos y falsos, especialmente mendigos o vagabundos), la peregrinación regional o local, controlada por clérigos se vio privilegiada (“peregrinación de recurso” favorecida por los relatos de milagros vinculados a santuarios locales, peregrinajes expiatorios y judiciales).[16] Desde finales del siglo XVI y más concretamente en el siglo XVII, parte del clero intentó espiritualizar las peregrinaciones y se publicaron folletos de autores católicos (particularmente jesuitas) que brindaban ejercicios espirituales, oraciones y meditaciones para acompañar el peregrinaje.[19] Muchas peregrinaciones hoy en día no son hechas ya por seguidores fervientes con un enfoque religioso riguroso, sino que se utilizan para obtener un favor divino (peregrinación propiciatoria, en particular mediante la práctica de "depositar un exvoto", peregrinación de sanación), para agradecer por una gracia obtenida (peregrinaje gratuito), o para realizar turismo religioso durante vacaciones temáticas, retiros espirituales o visitas a destinos culturales.Esta diversidad se ha convertido en un factor importante en el manejo y el cuidado pastoral de las peregrinaciones cristianas, como lo ha demostrado investigación reciente sobre santuarios internacionales y templos ampliamente visitados.[21] Según se afirma, las escaleras fueron llevadas a Roma por Santa Helena en el siglo IV.Varias catacumbas construidas en la época romana son asimismo objeto de peregrinación, por ser los sitios donde los cristianos rezaban, enterraban a sus muertos y rendían culto durante los períodos de persecución.Esta costumbre, obligatoria para todos los peregrinos durante la Edad Media, fue codificada en el siglo XVI por San Felipe Neri.Las primeras peregrinaciones se hacían a lugares relacionados con el ministerio de Jesús .En el siglo VII, Tierra Santa fue capturada durante las conquistas musulmanas,[33] y en tanto esto hizo más difícil la peregrinación a Tierra Santa para los cristianos europeos, se desarrollaron grandes lugares de peregrinación en Europa occidental, de manera notable en Santiago de Compostela en el siglo IX, aunque viajeros como Bernardo el Peregrino siguieron peregrinando a Tierra Santa.Por ejemplo, el califa fatimí al-Hákim bi-Amr Allah ordenó la destrucción de la Iglesia del Santo Sepulcro, mientras que su sucesor permitió al Imperio Bizantino reconstruirla.En la expedición participaron entre 7000 y 12 000 peregrinos,[35] de los que solamente regresarían unos 2000, según el cronista irlandés Marianus Scotus.[36] Las cruzadas fueron exitosas inicialmente, y los estados cruzados, especialmente el reino de Jerusalén, le garantizaron un acceso seguro a Tierra Santa a los peregrinos cristianos durante el siglo XII, pero el propósito de las cruzadas estaba en últimas condenado al fracaso y Tierra Santa fue completamente reconquistada por los ayubíes a finales del siglo XIII.Es posible afirmar que las peregrinaciones modernas a Tierra Santa recibieron un impulso en el trabajo del académico Ernest Renan, cuyos veinticuatro días en Palestina, relatados en su Vie de Jésus (publicado en 1863) resonban con pasajes del Nuevo Testamento en todo momento.[37] Puesto que la Comunidad de Taizé es una comunidad cristiana ecuménica, los peregrinos provienen de varias denominaciones cristianas, incluyendo las tradiciones reformada, católica, luterana, ortodoxa oriental, metodista, anglicana y ortodoxa oriental.[41] Santiago se convertiría en el transcurso del siglo siguiente en uno de los principales santuarios católicos, superado tan solo por Roma y Jerusalén.Desde al menos el siglo XIV se han realizado peregrinaciones septenarias combinadas en las ciudades holandesas-alemanas de Maastricht, Aquisgrán y Kornelimünster.[48][49] Según los creyentes, la Virgen María se le apareció a la niña Bernardita Soubirous en un total de dieciocho ocasiones en Lourdes, Francia (Lorda en el idioma occitano local).Las dos etnias hacen una peregrinación anual al festival, trayendo grandes comparsas de bailarines y músicos.Entre los asistentes se incluyen cada vez más peruanos de clase media y turistas extranjeros.Se refiere esto a la salida del sol después de la luna llena.[62] La peregrinación y el festival asociado se inscribieron en 2011 en las Listas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
El
Santuario del Amor Misericordioso
en Collevalenza,
Italia
, se convirtió en uno de los grandes centros de peregrinación debido a sus piscinas de agua con propiedades purificadoras y milagrosas
Una vista parcial de Santiago de Compostela, con el
Pico Sacro
al fondo
Una calle típica de Canterbury con la catedral al fondo.
Oración en la Iglesia de la Reconciliación de Taizé
El
Santuario de Nuestra Señora de Fátima
es uno de los lugares de peregrinación cristiana más grandes del mundo. Vista panorámica con la Capilla de las Apariciones, la estatua del Sagrado Corazón y la Basílica de Nuestra Señora del Rosario