Se desciende por una escalera en las galerías donde hay varios cubículos (especial importancia tienen las pinturas de fines del siglo IV del cubículo de Jonás, cuyo ciclo es representado en cuatro escenas).
Sobre la plazoleta se abren tres mausoleos de la segunda mitad del siglo II utilizados en tiempos posteriores.
El primero a la derecha, decorado externamente con pinturas (banquetes fúnebres, el milagro del endemoniado de Gerasa), conserva la inscripción con el nombre del propietario: Marcus Clodius Hermes; el interior, con sepulturas inhumadas y pinturas, está decorado con la cabeza de una gorgona.
A la izquierda está el mausoleo del hacha, por el arnés que figura hacia fuera, cuya decoración está formada por sarmientos de vid que salen del kantharoi puestos encima de pilastras falsas.
De la plazoleta se sube a un ambiente, colocado cerca de la mitad de la basílica y cortado desde arriba por la construcción de la misma: la así llamada Triclia, lugar cubierto por un techo donde se celebraban banquetes fúnebres; las paredes del vano muestran cientos de dibujos realizados por devotos, realizados hacia la segunda mitad del siglo III e inicios del IV, contienen invocaciones a los apóstoles san Pedro y san Pablo.