Catacumbas

Las catacumbas son unas galerías subterráneas que algunas civilizaciones mediterráneas antiguas construyeron y utilizaron como lugar de enterramiento.

Se empezó a llamar con este nombre a la cripta del cementerio de San Calixto; se llamó ad catacumbas, y en la Edad Media, por extensión, aplicaron el nombre al conjunto de enterramientos hechos en el subsuelo del campo romano que formaba alrededor de la ciudad una inmensa necrópolis.

En aquel lugar se habían enterrado provisionalmente los cuerpos de Pedro y Pablo en el año 258.

[2]​ En castellano es un término que empezó a utilizarse en el siglo XVIII entre 1765 y 1783.

Los primeros cristianos seguidores de Cristo que vivían en Roma en número reducido sepultaban a sus muertos según era costumbre en necrópolis al aire libre.

Lo más probable es que pasado el tiempo los nuevos cristianos se asociaran siguiendo así también la costumbre pagana de formar collegia o grupos privativos.

Sus estrechas galerías no servían para organizar reuniones ni ceremonias religiosas aunque ocasionalmente se celebraba algún acto conmemorativo ante una determinada tumba.

Pasados los años desapareció hasta su recuerdo y en el siglo IX ya no había memoria de ellas.

El lugar fue convertido en un cementerio común a finales del siglo XVIII.

Catacumbas de Domitila
Alejandría