Según la tradición, fue decapitado durante el reinado del emperador Claudio Gótico (268-270).Su cadáver fue arrojado al río Tíber y posteriormente fue encontrado en la isla Licaonia, posteriormente bautizada como isla de San Bartolomé.Según otro relato legendario, Quirino era hijo del emperador Filipo el Árabe.[1] Según las Actas legendarias de los mártires San Maris y Santa Marta, el mártir romano Quirino (Cyrinus) fue enterrado en la Catacumba de Ponciano.Sin embargo, otras teorías afirman que las reliquias de Quirino fueron trasladadas durante el papado de Pablo I, alrededor del año 761.