Gobiernos de la Unión Liberal

Una parte del Partido Progresista, los progresistas "puros" encabezados por Salustiano de Olózaga, Pedro Calvo Asensio y un joven Práxedes Mateo Sagasta, no se integraron en la "unión liberal" y presentaron candidaturas propias.

Según Jorge Vilches, pretendían formar "un partido con base en la clase media y dispuesto a una política liberal y progresista dentro de la monarquía constitucional, que sirviera de alternativa a otro conservador".

A continuación la reina nombró nuevo presidente del gobierno al general O'Donnell, que así logró su objetivo de acabar con el bienio progresista.

El 18 de julio una manifestación fue ametrallada por orden del capitán general Zapatero.

Al día siguiente se levantaron barricadas y el domingo 20 de julio se combatió calle por calle y la ciudad fue bombardeada desde el castillo de Montjuïc.

El cónsul francés en Barcelona dijo que los insurrectos en las barricadas habían dado gritos de «¡Muera la reina p..., los generales O'Donnell y Zapatero!

Finalmente, por otro Real Decreto, se restablecía la Constitución de 1845 modificada con un Acta Adicional que liberalizaba su contenido.

Dos días después la reina nombraba al general Ramón María Narváez presidente del gobierno."

[10]​ Según Josep Fontana la forma en que la reina hizo saber a los interesados su decisión de cambiar el gobierno —escogiendo al general moderado Ramón María Narváez como pareja en un baile de palacio y no a O'Donnell, en lo que se llamó la "crisis del rigodón"— muestra el "extremo de degradación [a que] había llegado la política española, y hasta [que] punto era ficticia su condición de monarquía constitucional".

[11]​ Del gabinete también formaban parte moderados ultraconservadores, incluido un antiguo carlista, el general Urbistondo.

Se dijo entonces que los miembros más reaccionarios de su gobierno le habían sido impuestos a Narváez por la propia reina, alentada por la camarilla clerical encabezada por el padre Claret.

La manipulación del gobierno de las mismas fue tan escandalosa que los moderados obtuvieron una mayoría aplastante y dejaron prácticamente fuera del parlamento a los progresistas, que no dejaron de denunciar el fraude electoral —como el que habían votado ciudadanos imaginarios o que en algunos casos los gobernadores civiles habían recurrido a la violencia para lograr el triunfo del candidato gubernamental: «a mí se me ha hecho salir de mi distrito por orden del gobernador civil, con amenaza de que si no salía se me conduciría al calabozo», afirmó un votante progresista—.

En la ley se permitían los colegios religiosos, que iban a experimentar un gran desarrollo, y en aplicación del Concordato de 1851 se concedió a la Iglesia católica el derecho de inspeccionar que las enseñanzas que se impartieran tanto en las escuelas públicas y privadas fueran conformes con la doctrina católica.

[15]​ En el año 1857 se produjo una grave crisis de subsistencias, provocada por la escasez y la carestía del trigo, lo que provocó un notable aumento de la conflictividad social, especialmente en Andalucía.

Cuando consultó este proyecto con algunos políticos estos se los desaconsejaron, por lo que reina destituyó a Narváez y buscó para sustituirlo al general Francisco Armero, un personaje sin relevancia ni apoyos políticos.

[17]​ El gobierno del general Armero apenas duró tres meses pues nada más abrir las Cortes fue derrotado por los votos de los diputados moderados encabezados por Bravo Murillo que gozaban de mayoría en la Cámara.

[19]​ El gobierno inmediatamente procedió a deshacer la obra reaccionaria del "bienio moderado" anterior.

[21]​ El 31 de octubre de 1858 se celebraron las elecciones a Cortes cuyo resultado dio la mayoría absoluta a la Unión Liberal gracias a los buenos oficios de Posada Herrera en hacer llegar el "influjo legal" del gobierno a los votantes —el progresista "puro" Olózaga lo llamó irónicamente el Gran Elector—,[22]​ aunque permitió que los progresistas "puros" que no se habían integrado en la Unión Liberal, encabezados por Salustiano de Olózaga, Pascual Madoz y el joven Práxedes Mateo Sagasta, consiguieran un resultado digno e incluso que hubiese dos diputados demócratas y uno carlista, el valenciano Antonio Aparisi Guijarro.

Los moderados vieron reducida considerablemente su presencia y se quedaron sin líder parlamentario porque Bravo Murillo decidió retirarse de la vida política.

[20]​ Con esta mayoría en las Cortes se creó, según Juan Francisco Fuentes, un "círculo virtuoso" de estabilidad política y se mantuvo relativamente alejada a la Corona de las intrigas políticas.

[24]​ A estas tres empresas exteriores se sumaron dos más: la reincorporación de Santo Domingo a la Corona Española en 1861 —que sólo duraría hasta 1865—, y la intervención militar en Perú, conocida como la Guerra del Pacífico, iniciada en 1862 y que terminó en 1864, un año después del final del "gobierno largo" de O'Donnell.

El general Ortega fue detenido en Calanda (provincia de Teruel) y llevado a Tortosa donde fue fusilado.

Poco a poco este grupo se fue ampliando con figuras de tanto peso dentro de la Unión Liberal como Antonio Cánovas del Castillo, Alonso Martínez o el general Concha.

[37]​ También se sumaron al sector crítico Alejandro Mon y los antiguos progresistas "resellados" encabezados por Manuel Cortina y por el general Juan Prim, quien se acabaría reintegrando a las filas del Partido Progresista.

[41]​ A comienzos de marzo de 1863 O'Donnell pidió a la reina la disolución de las Cortes, que llevaban abiertas cuatro años, para contar con un parlamento más adicto poniendo fin a la disidencia que había surgido en la Unión Liberal —ya fuera la integrado por antiguos moderados "puritanos", como Cánovas, o por antiguos progresistas "resellados", como Cortina o el general Prim—.

Construcción del Puente (ferroviario) de los Franceses en Madrid , Charles Clifford , 1859. Durante el "gobierno largo" de O'Donell se dio un gran impulso a la construcción de la red ferroviaria española.
Cuadro de Antoine Morel-Fatio sobre la captura de Saigón por las fuerzas expedicionarias francesas y españolas el 18 de febrero de 1859
El general Prim en la guerra de África , obra de Francisco Sans Cabot .
Grabado del bombardeo de Valparaíso , el 31 de marzo de 1866.