En el Trienio Liberal del reinado de Fernando VII fue diputado por Valencia.
Al final del Trienio, debió exiliarse en Francia y Reino Unido.
Se acogió a la amnistía de la reina gobernadora María Cristina de Borbón y regresó a España en 1835.
Fue elegido nuevamente diputado por Valencia en octubre de 1836 y reelegido sucesivamente hasta 1843.
Tras la mayoría de edad de Isabel II fue designado senador vitalicio en 1846, manteniéndose en el escaño hasta su muerte,[2] con el paréntesis del bienio progresista en el que volvió a la cámara baja como diputado por Castellón.