El 28 de junio de 1854, el general Leopoldo O'Donnell, que se había ocultado en Madrid durante las persecuciones contra liberales y diferentes sectores moderados en toda España, se unió a diversas fuerzas y se enfrentó con las tropas leales al Gobierno en Vicálvaro.
Esto provocó el acercamiento entre los moderados del general Ramón María Narváez y los moderados «puritanos» con los progresistas, que llegaron a formar un comité electoral para presentar candidaturas conjuntas en las elecciones, cuyo objetivo era la conservación del régimen representativo que veían en peligro.
El protagonismo correspondió a los progresistas y a los demócratas que iniciaron la insurrección el 14 de julio en Barcelona y el 17 de julio en Madrid, luego secundada en otros lugares donde también se formaron juntas, como en Alcira, Cuenca, Logroño, Valencia o Zaragoza.
Este formó un Gobierno en el que había moderados puritanos y progresistas, pero a los dos días cedió la presidencia al duque de Rivas, quien solo duró dos días más.
La tercera decepción llegó el 25 de agosto, cuando el Gobierno no cumplió su compromiso de juzgar a la reina madre María Cristina de Borbón y la dejó marchar «expulsada» junto a su marido Agustín Fernando Muñoz y Sánchez hacia Portugal.
Las elecciones tuvieron lugar en octubre, con victoria para los candidatos gubernamentales —obtuvieron unos 240 escaños— integrados en una llamada «unión liberal», que estaba formada por los moderados puritanos, entre los que ya destacaba un joven Antonio Cánovas del Castillo, y por los progresistas templados, encabezados por Manuel Cortina.
En el centro izquierda se situaban los setenta diputados progresistas puros, que no se habían integrado en la unión liberal y que estaban encabezados por Salustiano de Olózaga, Pedro Calvo Asensio y un joven Práxedes Mateo Sagasta.
Las presiones de la jerarquía católica llegaron hasta la reina, a quien se le dijo que, si sancionaba la «ley general desamortizadora», iría al infierno.
Tampoco fueron aceptadas sus propuestas de establecer la educación primaria gratuita o el sufragio universal (masculino).
Entonces las asociaciones obreras elaboraron y enviaron a Madrid un escrito titulado «Exposición de la clase jornalera a las Cortes», en el que pedían una ley de asociaciones obreras que regulase las relaciones laborales.
A esto se sumó una epidemia de cólera que se extendió por todo el país en el verano de 1854, y que rebrotaría durante los dos años siguientes.
La respuesta del Gobierno fue rebajar los impuestos de los consumos durante un tiempo y recurrir a la milicia para reprimirlos.
[17] En medio de esta la inestabilidad política y social, el Gobierno llevó a cabo una importante reforma económica.
[18] Como en los desórdenes habían participado miembros de la Milicia Nacional, O'Donnell planteó en el seno del Gobierno su desarme y que la represión corriera a cargo del Ejército.
El conflicto se le planteó a la reina, quien respaldó a O'Donnell y aceptó la dimisión de Escosura, así como la de Espartero; este había presentado la suya a continuación, al sentirse desautorizado por Isabel II, alegando problemas de salud.
A continuación, la reina nombró nuevo presidente del Gobierno al general O'Donnell, que así logró su objetivo de acabar con el bienio progresista.
Los milicianos que defendían los accesos al palacio de las Cortes fueron abandonando sus posiciones y, a las 11:30 de la mañana, los 43 diputados que habían resistido hasta el último momento —37 progresistas y 6 demócratas— abandonaron el edificio y se marcharon a sus casas.
El 18 de julio, una manifestación fue ametrallada por orden del capitán general Zapatero.
Al día siguiente se levantaron barricadas y el domingo 20 de julio se combatió calle por calle; la ciudad fue bombardeada desde el castillo de Montjuïc.
El cónsul francés en Barcelona dijo que los insurrectos en las barricadas habían dado gritos de «¡Muera la reina p..., los generales O'Donnell y Zapatero!
Finalmente, por otro real decreto, se restablecía la Constitución de 1845 modificada con un Acta Adicional que liberalizaba su contenido.