En 1859 el hacendado Manuel Salcedo solicitó permiso para importar 1000 labradores a su hacienda de Talambo y tras obtenerlo llegaron al Callao 269 vascos, de los cuales 95 eran hombres, 49 mujeres y 125 niños.
En los días anteriores Manuel Salcedo recriminó a un colono, Marcial Miner, que le hizo frente, algo inusual en las costumbres peruanas.
El patrón mandó a detenerle, lo que fue resistido por los colonos quienes apoyaron a su compañero y hubo tiros, circunstancia en la que murió el colono Juan Miguel Ormazábal y uno de los enviados por el patrón.
El día 5 se presentó el juez de paz de Chepén, quién no comenzó a indagar sino hasta que llegó una persona letrada que redactó el sumario.
[3]: 154–155 En ese momento, el Almirante Luis Hernández-Pinzón Álvarez, que estaba en Callao durante la Comisión científica del Pacífico, se enteró del suceso y decidió intervenir a favor de los españoles.