Elecciones en Madrid durante la Segunda República española
[1] Era la segunda ciudad en población del país (tras Barcelona, que con 1 005 565, sobrepasaba ligeramente el millón de habitantes).Aunque desde el fin del Antiguo Régimen y el advenimiento del Estado liberal se habían llevado a cabo numerosos procesos electorales en España, los años de la Segunda República constituyeron un periodo durante el cual la actividad política adquirió una intensidad inusitada.[3][4] Por otra parte, las elecciones de la época republicana fueron más limpias y reflejaron el sentir del país mucho mejor que las celebradas durante la monarquía.Los candidatos más votados, hasta el número de escaños atribuidos a la circunscripción, eran proclamados diputados.Se introducía también un mínimo del 20 por 100 de los votos recibidos por el candidato para que pudiese ser proclamado diputado.En la capital se elegían 18 diputados (por lo que las candidaturas presentaban a 14 candidatos, quedando cuatro escaños para las minorías).[19] De ellos, tres eran intelectuales o procedían del mundo universitario: Besteiro, Ovejero y Sanchís Banús.[31] La candidatura derechista más relevante fue la de Acción Nacional, partido fundado el 29 de abril anterior en lo que fue el primer esfuerzo para organizar la derecha católica heredera del conservadurismo dinástico (incluyendo al maurismo, versión del regeneracionismo personalizada en Antonio Maura, muerto en 1925).[h] En la candidatura, que se presentaba a los escaños de las minorías, le acompañaban Ossorio y Gallardo, Sánchez Guerra y Melquiades Álvarez, antiguo líder del Partido Reformista, todos ellos antiguos dirigentes monárquicos que habían mostrado su adhesión a la República.[44] El más votado fue Ossorio y Gallardo, un candidato completamente identificado con la República, seguido por Melquiades Álvarez y Sánchez Guerra, personajes que aunque gozaban de relevancia nacional, no eran específicamente republicanos (habían mantenido la fidelidad a la Monarquía durante gran parte de su carrera política).En el otro extremo del espectro, las derechas no republicanas habían alcanzado un acuerdo en todo el país que les permitió presentarse unidas en la práctica totalidad de circunscripciones.Igual que en el caso socialista, las agrupaciones provinciales tenían gran autonomía para acordar pactos y, aunque se había ofrecido a los socialistas integrarse en una candidatura conjunta, dándoles diez de los puestos,[85][l] el ofrecimiento había sido rechazado.[91] Como se ha mencionado anteriormente, las derechas no republicanas habían alcanzado un acuerdo en todo el país para acudir unidas a la convocatoria electoral.[94] Existió también una candidatura con un único candidato, el jurista y prestigioso republicano Felipe Sánchez Román (que más tarde fundaría el efímero Partido Nacional Republicano), que había sido elegido diputado por Madrid en las elecciones anteriores como independiente en las listas de la coalición republicano-socialista.[98] La participación (incluso considerando el ya citado aumento del censo) había mejorado, pasando de un 66 % en la anterior elección al 73 %.El mejor resultado fue el del propio Azaña, que apenas llegó a 46 000 votos (Azaña había sido elegido diputado por Bilbao, en la lista socialista liderada por Indalecio Prieto), en tanto que el del último de su candidatura, Galarza, recibió 16 000, a poca distancia de los comunistas.Así, el candidato más votado fue Royo Villanova, favorecido por sus campañas en contra del estatuto catalán (a pesar de las cuales, en la práctica, había acatado el régimen republicano).En tercer lugar, Calvo Sotelo, favorecido por su exilio, y cuya evolución hacia la derecha extrema aún no se había producido.Salvo Largo Caballero, líder del PSOE y ministro durante la anterior legislatura, todos los primeros puestos (Besteiro, Jiménez de Asúa, Araquistáin, Álvarez del Vayo, Llopis y Negrín) eran intelectuales o estaban vinculados a la Universidad.Al haberse quedado Besteiro a unos 4000 votos de dicho porcentaje, fue necesario repetir las elecciones.En el campo socialista es significativa la penúltima posición alcanzada por Largo Caballero, secretario general del partido, explicable por la deriva revolucionaria que empieza a manifestarse en la campaña electoral.De acuerdo con la ley electoral, los socialistas obtuvieron 13 diputados y las derechas 4 (en una distribución proporcional, apenas un escaño hubiese separado ambas candidaturas).Sin embargo, la elección del candidato comunista se vio envuelta en discrepancias desconocidas hasta entonces, dado que por primera vez había posibilidades reales de conseguir un escaño.Sin embargo, Pablo Yagüe, secretario del comité provincial de Madrid, se opuso, postulando que Díaz debería presentarse por su ciudad natal, Sevilla.La única excepción al predominio caballerista fue Luis Jiménez de Asúa, prietista, que fue el segundo candidato más votado.Dentro de la candidatura del Frente Popular, los mejores resultados correspondieron a los más moderados: Besteiro y los candidatos republicanos.El segundo socialista en resultados, Jiménez de Asúa, pertenecía, como ya se ha mencionado, a la facción prietista del PSOE.Aunque en general los candidatos más moderados obtienen mejores resultados, esta regla no afecta a los candidatos radicales, previsiblemente desacreditados por los escándalos que habían sacudido a su partido en la legislatura saliente (si bien obtuvieron mejores resultados que los monárquicos de Renovación Española).[161] La formaban miembros locales del partido (Miguel Moreno, Santiago Tarodo, Juan Lafora y Mariano Robles Romero-Robledo).Los republicanos conservadores obtuvieron una votación no desdeñable pero que mostraba su fracaso en atraer al electorado derechista.
Tras la proclamación de la República, fueron convocadas elecciones a Cortes Constituyentes, en elecciones celebradas el 28 de junio de 1931, las cuales redactaron y aprobaron la Constitución el 9 de diciembre de 1931.
Alejandro Lerroux fue el candidato más votado (90 % de los votos) en las elecciones de 1931.
El republicano
Luis Bello
, elegido diputado en la segunda vuelta de las elecciones a Cortes de julio de 1931.
Manuel Bartolomé Cossío, elegido en la elección parcial de octubre de 1931.
Titulares de
Ahora
, destacando que ningún candidato había alcanzado el 40 % y, por lo tanto, se requería una segunda vuelta para todos los escaños de la circunscripción.
Julián Besteiro (PSOE) fue el candidato más votado en las elecciones de 1933 en Madrid, tanto en la primera como en la segunda vuelta.
Largo Caballero fue, junto con
Julián Besteiro
, el único diputado que fue elegido por la circunscripción de Madrid en todas las elecciones a Cortes del periodo republicano.
El primer Presidente de la Segunda República Española,
Niceto Alcalá-Zamora
. Su destitución por las Cortes el 7 de abril de 1936 puso en marcha los mecanismos para elegir un nuevo titular, para la que era necesaria la elección de compromisarios.